Por Lic. Romina Setti – Perform Consultora
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¿Cómo desarrollamos nuestras actitudes personales y habilidades sociales? ¿Cuál es el impacto en el nuevo rol del liderazgo?
El mundo laboral actual nos lleva a desafiarnos y a prestar más atención a nuestras propias capacidades. Lo interesante de esto es que no solo hay que hacer foco en los conocimientos o destrezas técnicas, sino que tu diferencial estará en tus soft skills: las habilidades “blandas”, es decir, aquellas competencias personales y sociales. Si tu propósito está en alcanzar determinada meta, desarrollarte o potenciar un equipo de trabajo, entrenar tus soft skills será esencial para lograrlo. Ahora bien, ¿te inspira tener habilidades de liderazgo y de trabajo en equipo? ¿Querés mejorar tu comunicación, oratoria, motivación y creatividad? ¡Te dejo algunos tips!
– Liderazgo: ¡El arte de hacer que las cosas pasen! Desde tener liderazgo personal hasta influir en un gran equipo de trabajo, esta habilidad engloba diversas habilidades que nos permiten liderar todo lo que asumamos para alcanzar objetivos: inspirar, tener flexibilidad, tomar decisiones, resolver problemas, negociar, tener capacidad de aprendizaje y visión. Hoy la realidad nos lleva a ser protagonistas de lo que queremos que suceda, comprometernos, ser responsables y actuar.
– Trabajo en equipo: hay una regla mnemotécnica conocida como las 5 C del trabajo en equipo: Compromiso, Complementariedad, Coordinación, Confianza y Comunicación. Y te agrego otra: la Cohesión. Si no tenemos ese sano propósito del bienestar del equipo, de la armonía, de los buenos vínculos, será muy difícil alcanzar las metas de manera efectiva. Para lograr la mejor versión de tu equipo, vos tenés que autogestionarte, tener la iniciativa, buscar mejorar y automotivarte para contagiar emociones y que eso lleve a cumplir los objetivos, ser sensible a los sentimientos del otro, sus intereses y necesidades, y, sobre todo, conciliar: negociar para llegar a un acuerdo. No hay que olvidar que las relaciones de un equipo suelen continuar.
– Comunicación: la capacidad de expresarnos, la escucha y la empatía son conductas claves de esta habilidad que van de la mano de nuestro lenguaje, coherencia y la inteligencia emocional. ¿Alguna vez te pusiste a pensar cómo te comunicás? ¿Si lo que entiende el otro es lo que vos quisiste decir? Seguramente hayas experimentado confusiones, ambigüedades (¿y quién no?), pero la fórmula está en querer mejorar y buscar nuevas estrategias.
– Oratoria: ¿No es lo mismo que comunicación? La comunicación es más abarcadora, la oratoria tiene que ver específicamente con el arte de hablar en público: ¡Qué difícil! ¿no? Es una habilidad que cuesta mucho y se requiere cada vez más: para desempeñarse correctamente, para vender tu emprendimiento, en una entrevista de trabajo, para dictar un curso, en un evento (¡y la lista podría seguir!). Saber usar nuestro tono de voz, las pausas, el ritmo, tener dinamismo y, sobre todo, inspirar al público son actitudes que se desarrollan en esta competencia.
– Motivación: ¿Qué te mueve? La motivación es esa fuerza interna que te lleva a actuar, es tener un “buen” motivo para la acción. Es lo que te impulsa a lograr tus metas o una pequeña tarea. Esta fuerza es intrínseca, proviene de vos, de tus ganas de querer lograr algo, de sentir satisfacción, de llevar a cabo un desafío, de desarrollarte, sentirte con autonomía, aprender, entre otras fuentes de motivación. Ahora bien, para potenciar tu liderazgo también tenés que ser consciente de la motivación extrínseca, “los Despertadores Motivacionales», muchas veces necesarios, que activan los comportamientos para actuar, recargan energía e inspiran a seguir: un gesto, una felicitación, un detalle, el reconocimiento, la valoración, el feedback, entre otras buenas prácticas.
-Creatividad: ¿Sabías que ser creativo tiene que ver con crear algo? Ser original implica que se originó en mí, quizás ya existía, posiblemente otra persona esté pensando lo mismo en algún lugar del mundo, pero el proceso creativo existió. ¿Cómo podemos potenciar la creatividad? Cambiá tus rutinas. Empezá haciendo algo diferente todos los días. Como dijo Einstein: «Si quieres resultados distintos, no hagas siempre lo mismo». Esto te ayudará a descubrir nuevas formas de hacer las cosas.
¿Qué otras actitudes se suman al rol de liderazgo?
- Resonancia: ser resonante es fundamental para contagiar emociones que promuevan el entusiasmo, el optimismo y el desarrollo de un equipo con engagement. De esta manera, se estimula la inteligencia emocional, aptitudes requeridas para nuestro bienestar y nuestros vínculos.
- Vulnerabilidad: es clave demostrarla en este nuevo contexto e implica reconocernos en nuestras fortalezas, pero también en nuestras áreas de mejora. Demostrar autenticidad, tener coraje frente a las adversidades y valentía al mostrarnos como somos trasmite un liderazgo más humano, más auténtico.
- Knowmad: ser nómades del conocimiento nos permitirá generar redes, compartir e innovar. La actitud knowmad favorece la imaginación, la creatividad y la capacidad de aprendizaje continuo. La apertura, pasión y motivación serán aliados para el desarrollo de trabajos en cualquier lugar, con cualquier persona y en cualquier momento. De esta manera, las metodologías ágiles y el mindset digital acompañan el camino del desarrollo de las soft skills.
¿Te sumás a ir en búsqueda del desarrollo de tus soft skills? ¡A potenciarse!
ROMINA SETTI: Fundadora y directora de PerForm Consultora. Licenciada en Recursos Humanos. Coach Ontológico Profesional. Master Practitioner en Programación Neurolingüística. Certificada en People Experience. Especialista en Recursos Humanos en áreas de Selección, Capacitación, Desarrollo y Motivación. Capacitadora de cursos in company, talleres, congresos y actividades outdoor. Docente en el Instituto Jean Piaget y UCASAL. Socia fundadora de Transformá Coaching.
