Por Florencia Faiatt
IG: @myyogaflower
Yoga es una palabra en sánscrito que significa UNIÓN. Se trata de una disciplina milenaria que se orienta a integrar la mente, el cuerpo y el espíritu buscando mantener la armonía y un óptimo equilibrio entre ellos.
Esta sabiduría ancestral apunta a que las personas puedan darse cuenta de los alcances del propio potencial. Es así como fomenta la vitalidad física, la serenidad mental y las posibilidades de autodesarrollo mediante elongaciones musculares, ejercicios para el control de la respiración, técnicas de relajación y meditación.
Existe una numerosa cantidad de estilos de Yoga y cada práctica es diferente
según el objetivo que se quiere alcanzar. Las técnicas que se utilizan son múltiples y variadas.
Cada vez más se tiende a un abordaje holístico a través de las terapias mente-cuerpo, concibiendo al ser humano como un todo integrado y no una mera suma de partes separadas.
Los valiosos aportes de las investigaciones científicas nos amplían la mirada sobre lo que antes creíamos incuestionable. La ciencia va avanzando, permitiéndonos profundizar en planos a los que antes era imposible acceder y afortunadamente en la actualidad contamos con información que nos hace repensar aquello que estudiamos como dogmas indiscutibles. Felizmente, fuimos poco a poco abriendo los ojos y muchos de los que nos dedicamos a enseñar nos permitimos cuestionar, refutar y validar dicho conocimiento usando todas las herramientas con las que contamos en este momento.
Es por este motivo que algunos maestros nos corrimos de lo meramente esotérico y adaptamos esta bella disciplina a nuestra cultura con sus intensos ritmos, buscando que las alumnas y alumnos puedan optimizar su calidad de vida. El foco ya no está puesto en la iluminación, las conexiones con el universo y lo mítico sino en algo muchísimo más mundano. Apostamos a la incorporación de pequeñas modificaciones en la vida de las personas, implementando hábitos que promuevan la salud y la prevención de enfermedades.
La mayoría de las personas expresan desear juventud y cuerpos sanos, sin embargo sus comportamientos y las elecciones diarias van en dirección opuesta. Buscan conseguir lo mejor, con el menor esfuerzo posible y justamente el Yoga nos demuestra que no se logra de esa manera. Requiere dedicarle tiempo, tener paciencia, ser tolerante sin esperar resultados inmediatos. Lo realmente significativo se plasma a lo largo del tiempo cuando se empieza a disfrutar de un cuerpo sano y ágil, una mente más calma y flexible, la posibilidad de tener un mejor manejo de las emociones y vínculos sin conflictos.
Parece simple pero está resultando complejo romper con un paradigma tan fuerte que se mantuvo durante años sin cuestionamiento.
Algunos de los posibles beneficios del yoga que los diversos estudios científicos nos otorgan son:
- Se demostró un aumento en el hipocampo, estructura vinculada con la memoria.
- La amígdala es una estructura cerebral que contribuye a la regulación emocional, tiende a ser más grande en los practicantes de Yoga. De este modo, se colabora en la reducción el estrés, la ansiedad y la depresión.
- Incremento de la capacidad pulmonar.
- Disminución de la presión arterial.
- Efectos en la corteza cingulada, parte del sistema límbico, un circuito de estructuras que juega un papel clave enel aprendizaje, la regulación emocional y la memoria.
- Disminución de la respuesta inflamatoria del sistema inmunitario, una de las manifestaciones del estrés.
- La corteza prefrontal, la corteza cingulada y las redes cerebrales también tienden a ser más grandes o más eficientes en aquellos que practican Yoga regularmente. Se evidencia en la planificación, la toma de decisiones, la multitarea, pensar en alternativas y elegir la opción más correcta.
- Reducción del dolor en el cuello y del dolor lumbar.
- Estabilización de los niveles de azúcar en personas con diabetes.
- Mayor flexibilidad
Teniendo en consideración lo que se fue descubriendo a lo largo de los años, afirmamos que necesitamos seguir avanzando en estudios rigurosos para obtener más hallazgos valiosos acerca del funcionamiento de nuestro cuerpo vinculados a la práctica del Yoga.
Es importante remarcar que la práctica debe ser guiada por una persona capacitada y con amplia experiencia ya que hoy en día se ofrecen cursos cortos sin comprender que se trabaja con cuerpos y mentes humanas.
Se aconsejan prácticas regulares de moderada a baja intensidad, orientadas a objetivos reales basados en la vida actual de los sujetos respetando el cuerpo y las posibilidades personales.
A modo de síntesis podemos definir el YOGA como un estilo de vida equilibrado y saludable.