María es una chica de 30 años un tanto peculiar y con un objetivo: convertirse en una persona normal. Para ello, deberá descubrir primero en qué consiste eso exactamente. Se encuentra en un momento de su vida en el que las cosas parecen no encajar. No tiene trabajo, la acaban de echar del departamento donde vive por no pagar el alquiler, la relación con su familia es insatisfactoria y su vida romántica hace tiempo que es inexistente.
En una entrevista de trabajo le preguntan qué tipo de persona se considera, a lo que ella contesta: “una persona normal”. Bueno, ¿qué es para usted una persona normal?
Esa pregunta desata la inquietud de María. Tras enumerar todos los requisitos fundamentales para serlo, se da cuenta de que no cumple ninguno de ellos y se propone hacer todo lo posible para cumplirlos.
En esa andadura contará con la ayuda de su hermano Álex, discapacitado intelectual de 25 años, que se da cuenta de que sí cumple los requisitos de la lista que ha hecho su hermana y eso le parece terrible y aburrido. También con la de Borja, un chico encantador con sobrepeso con quien establecerá el pacto de ayudarse mutuamente.
Ella le ayudará a llevar una vida sana y él a cumplir su objetivo de convertirse en una persona “normal”. El viaje servirá a María para, entre otras cosas, resolver la relación con su madre y darse cuenta de que ser una persona normal no es lo que quiere ni lo que la hace feliz.
Puede que la trama no depare grandes sorpresas, incluso podría suceder todo lo que vas sospechando. De todos modos, la gracia de este film está en el relato. Es muy fácil divertirse y sentir rápidamente un poco de identificación con todos o algunos de los personajes.
Un agregado más es que Leticia Dolera realiza una apuesta fuerte al ser la guionista, actriz protagónica y directora de esta película. Y el resultado de esta jugada es admirable. No es que sea la octava maravilla, lo que se reconoce es que los pasos son firmes. Detalles que van desde el vestuario hasta la última palabra de algunas frases, se ve que todo está muy pensado y, la verdad, se agradece.