Con la temporada más fría del año entre nosotros, no podemos descuidar la piel y nosotros te contamos algunos métodos que te ayudarán a cuidarte.
Finalmente el frío llego a nosotros y el cuerpo necesita amoldarse a las bajas temperaturas. La lluvia, la humedad, el viento, los cambios entre lugares calefaccionados pueden afectar nuestra piel día a día.
Las rutinas de cuidado deben adaptarse a la época del año. El invierno es una de las estaciones más duras y según los especialistas la clave es la hidratación. En invierno nuestra piel necesita un aporte extra de agentes humectantes que protejan la piel y la nutran para proteger la barrera lipídica que puede quedar afectada.
DIEZ CONSEJOS A TENER EN CUENTA:
- Evitá el agua muy caliente. Deshidrata la piel y contribuye a la pérdida de lubricación. Es importante secarse muy bien después del baño.
- No uses fórmulas con ingredientes abrasivos. Para la limpieza optá por productos suaves.
- Hidratá la piel al al máximo. Sobre todo después de la ducha y antes de irte a la cama.
- Elegí fórmulas enriquecidas. Optá por productos suaves o con emolientes y humectantes, con componentes como las ceramidas o ácido hialurónico.
- Cuidado al exfoliar. Si tu piel es seca o sensible, mejor evitala. Una vez a la semana será suficiente para eliminar células muertas y ayudar en la penetración de los productos hidratantes.
- No dejes de usar protector solar.
- Protegé los labios. Además del frío, el peor enemigo de los labios en invierno es estar mojándolos todo el tiempo para sentirlos menos tirantes. Complementá con bálsamos o labiales que, además de aportar color, cuentan con componentes humectantes.
- Prestale mucha atención a las manos. Evitá los jabones y toallitas desinfectantes. La clave es elegir algún jabón de manos con componentes humectantes. Antes de dormir es recomendable que apliques una buena crema de manos y cubras con guantes de algodón –sobre todo si ya sufriste resequedad– durante toda la noche. En pocos días vas a ver una mejora notable.
- Hacé tratamientos en casa. Es la época ideal para tratamientos caseros. Las mascarillas son ideales.
- 10. Elegí las texturas adecuadas. Para evitar irritaciones siempre es mejor optar por productos con fragancias suaves (o sin ellas). Los ungüentos y bálsamos son ideales para las zonas más secas, como labios, codos y rodillas.