Unos días atrás veíamos Eight days a week, un documental que muestra la vida de conciertos y tours de The Beatles. Entre una de las tantas entrevistas que aparecen, hay una donde un periodista le pregunta a Paul McCartney que se sentía estar haciendo y transformando la cultura; a lo que el cantante responde que no hacen cultura, que solamente se están divirtiendo. Resulta que Yesterday es uno de los temas con más versiones que existe y (más allá de los gustos) decir que los Beatles no es cultura… eso simplemente no se dice porque su música ha influenciado la historia de la música a partir de ellos.
Hoy en día hay unos personajes que andan dando vuelta por esa realidad con la que convivimos cada vez más: los influencers. Nadie sabe de donde salieron pero están instalados y transformando la realidad del Marketing. Los influencers (aquellos que influencian) son personas que empezaron mostrando lo que hacen naturalmente y esa energía que desprendían les conseguían seguidores y esos seguidores, les conseguían marcas que vieron en ellos un conector directo con sus usuarios.
Toda esta movida trajo herramientas y hasta un vocabulario específico. El storrytelling (en todos sus formatos: comics, videos, fotomontaje, texto) es la técnica usada. Y es así como los influencers nos cuentan de su vida, de su familia, de sus actividades, y se abren a su público. El marketing en redes sociales busca a estos influencers, pero sin que se pierda la recomendación genuina de una marca, es decir, que coincida con los valores e intereses que promueve el blogger.
Son el nuevo paradigma del marketing, son la voz del consumidor. Las empresas eligen cada vez más personalidades que se muestran de manera genuina, y que han generado una comunidad con alto grado de engagement en sus redes, en detrimento de pago a famosos para usar su marca o producto. Los micro y nano influencers son cada vez una opción más tenida en cuenta por marcas y campañas de marketing, para ir directamente al nicho que se busca de manera contundente y cercana, casi como hablando de manera personal con cada uno, para que al final del día la historia se traduzca en ventas.
La red social más utilizada es Instagram, y los influencers están muy atentos a los algoritmos de esta red, para poder lograr más presencia e interacciones entre sus seguidores. Las marcas consideran fundamental que las respuestas por parte del público sean abundantes y reales. La influencer @flor_lamas cuenta que las publicaciones en Instagram ya no son por orden cronológico y que el alcance de las mismas no tiene que ver necesariamente con la cantidad de seguidores que tienen. En la primera hora de publicación es cuando más interacción debe haber en la publicación para que Instagram lo considere como contenido relevante, y así logra tener más alcance. Flor cuenta, además, que Instagram nos muestra el contenido con el cual nosotros interactuamos por filtros automáticos, por lo que si nos interesa una cuenta es importante que interactuemos para seguir viéndola.
En Argentina hay influencers de todo tipo que han logrado un muy buen posicionamiento, y muchos de ellos tienen además un producto o servicio complementario. Por ejemplo, Agustina Ramos Mejía (look_connected) que nos cuenta sobre hallazgos y tips sobre mamás y bebés, organiza de manera paralela talleres de crianza y de primeros auxilios para niños. Por su parte, la cuenta @mamasanablog, de Romina Polnoroff, sacó un libro de cocina saludable, que hace referencia a su cuenta, y que fue un éxito en ventas. En otros casos, las influencers tienen una tienda online en donde venden los productos que promocionan, como es el caso por ejemplo de @veveyblog, de Luti Antelo.
¿Será una moda? ¿Pasarán o este modelo ha venido para quedarse? Lo que si es cierto es que más gente quiere ser influencer hasta tal punto que la Universidad Autónoma de Madrid es la primera universidad en ofrecer un curso para ser influencer profesional. La realidad es que hay muchas personas que viven de eso y es un modelo que se ajusta a las exigencias de hoy. En un mundo donde la información es tan basta que se formó estos coladores de tendencias e información. Lo que es importante para poder seguir influenciando es que, entre tanto trabajo, formación y marcas, no se pierda lo que los hace influyentes: que se vea que se divierten y que el mundo que compartan sea un mundo propio y no un mundo inventado por el mercado.
