Por Gabriela Parentis
Mabel Rodó Pivotti es una artista salteña, vivió gran parte de su vida en Cachi junto a su familia y lleva consigo un increíble amor por este hermoso pueblo, de tal forma que en sus primeras pinturas eligió homenajear por partida doble a su padre y el recuerdo de los paisajes, colores y personas que marcaron su vida en este lugar. Es una pintora enraizada en su propia cultura y amante de la belleza.
En una entrevista con Revista abc, Mabel contó sobre su trabajo, pero particularmente hizo hincapié en estas obras al óleo, dónde reflejó los paisajes rurales y actividades agrícolas de los Valles Calchaquíes de las que tanto afecto guarda.
Es Lic. en Educación Inicial, trabajo varios años junto a la comunidad de Cachi y sus niños, pero fue luego de su jubilación cuando se encontró con el arte y la pintura. Comenzó a interiorizarse en el taller de la profesora María Eugenia Pérez Saravia en Salta, allí descubrió las formas y el estilo que pronto llevó como propios al lienzo. La temática más recurrente y con la que más se identifica es la naturaleza y entendemos el porqué, a lo largo de toda su vida, ella y su familia convivieron entre la inmensidad de los cerros, cielos azules y cultivos de pimientos colorados. De esta forma Mabel logró fusionar sus dos grandes pasiones y hacer de ellas un resultado único y asombroso.
El impulso creativo es algo que todos llevamos dentro en mayor o menor medida, y las pinturas al óleo de esta artista son un reflejo de lo nuestro, sus potentes y cargadas pinceladas son una instintiva demostración de la identidad del patrimonio que el norte tuvo y tiene para ofrecer.
Mabel de esta forma sabe dejar su huella en el mundo del arte local y no solo es alguien más pasando el rato en compañía de los pinceles; su percepción, emoción, memoria y pensamientos se convierten en testimonio de una época y una propuesta de pinturas lúdicas y atractivas.