Texto por Cecilia Barrantes
En nuestros jardines podemos cultivar además de las ya conocidas herbáceas perennes y bulbosas, las “siempre vivas”. Estas flores nos permiten recogerlas y preservarlas como material seco para adornar nuestras casas.
Para cultivarlas necesitamos hacer un cantero elevado, en lo posible con tierra común, pobre, pero que sea suelta y no muy pedregosa. Necesitan poco riego y no debe usarse ningún tipo de fertilizante. Para cortarlas la mejor hora es la última de la tarde cuando la humedad baja naturalmente.
Hay muchos métodos de secado de flores: prensado, secado en aire, en glicerina, microondas, secado en agua, etc. El más común es el de secado al aire: se juntan las flores en manojos colgándolas cabeza abajo en un lugar seco y oscuro para evitar ver la pérdida de color de sus flores. Hay un método para conservar el color: se muelen tizas de buena calidad y se envuelve en papel parafinado, se pintan suavemente con un pincel y se fija el color con barniz común en aerosol. El material que sobre, se guarda en frasco de plástico con tapa.
Herbácea perenne: Hemerocallis
Son características sus hojas de color verde, largas, estrechas y carinuladas.
Sus flores son morfológicamente parecidas a los lirios y dispuestas oblicuamente. La más conocida es la variedad de flor naranja, aunque hay un amplio abanico de colores.
Florece durante un mes entre finales de primavera y principios de otoño, según la variedad, y algunas lo hacen 2 veces. Cada una de las flores en forma de trompeta dura poco más de un día, pero en verano, durante un largo período de tiempo, se suceden unas a otras. La temporada normal de floración dura varias semanas. Si plantamos muchas variedades, podremos disfrutar de multitud de flores desde la primavera hasta el otoño, incluso cuando las plantas no están en flor, su follaje lleno de elegancia y con apariencia de pasto tiene encanto por sí solo.
Bulbosas
Es momento de plantar los bulbos de floración invernal y primavera: crocus, narcisos, anémonas, jacintos, etc. Al plantar los bulbos espolvoréalos con azufre para evitar ataque de hongos en la cama de plantación, colocar harina de hueso y luego buena tierra con arena.
Esta azucena que vemos en la foto es una planta muy rústica y se resiembra sola. Comienza a florecer a fines de verano hasta entrado el otoño.
Es ideal para la parte de atrás de los canteros ya que llega a medir hasta dos metros. Por su comportamiento es una excelente planta para cultivo.
Anuales
Si bien hoy contamos con una enorme variedad de herbáceas perennes sería un error creer que las anuales son plantas de segundo orden.
Existen muchas anuales poco conocidas que son muy lindas, por ejemplo la cleome, planta rústica, muy vistosa y de rápido crecimiento. Hay blancas y fucsias, se siembran de asiento en lugares soleados y suelos bien drenados.
Crecen en regiones frías y templadas. Es una anual espectacular por el gran tamaño de sus flores.
Tareas de otoño:
· Hacer gajos protegiéndolos del frío con una bolsa de polietileno agujereada.
· Remover y mejorar la tierra de los canteros con fertilizantes orgánicos: guano.
· Dividir herbáceas perennes: hemerocalis, agapanthus, gauras, acilleas, aster, etc.
· Cuidar los rosales fumigándolos contra la mancha negra. Mejorar la tierra.
· Hacer gajos de glicina, ya que por su semilla tardan mucho tiempo en florecer.
En la huerta:
– Ajos y echatotte se cubren hasta la mitad.
– Puerros: necesitan muchos nutrientes.
– Sembrar verduras de hojas.
– Controlar las plagas con purines orgánicos.