Súper liviana, aromática y llena de beneficios, la leche de almendras le suma muchísimo a tu plan de alimentación. Es un infaltable en tu cocina healthy.
La podés usar para mezclar con el café, el té, en tus batidos o para completar un smoothie bowl bien energético. También para rehidratarte después del entrenamiento y reponer minerales y vitaminas, sola o endulzada.
O para darle un touch más exótico aún a una mesa de dulces orientales, donde la almendra es el ingrediente infaltable.
¿Qué es la leche de almendras?
La de almendras, como cualquiera de las otras leches vegetales (de soja, avena, castañas) no es técnicamente una leche sino una bebidas obtenida a partir de moler el fruto seco y mezclarlo con agua para obtener sus jugos. Pero, por más que a los nutricionistas del mainstream o a la industria láctea no le guste este rótulo por considerar que confunde a los cosumidores, todavía nadie encontró mejor forma de referirse a estas bebidas y además, cumplen a la perfección el papel de reemplazar a la tradicional bebida obtenida de la vaca en todas las preparaciones.
Algunas propiedades beneficiosas de la leche de almendras
La leche de almendras contiene numerosas propiedades: aporta vitamina B, favorece el metabolismo y, al mismo tiempo, al contener fibra soluble e insoluble protege la pared del intestino, sobre todo a favor del colon, que ayuda a regular la absorción de los azúcares y el colesterol.
Las hechas en forma casera son totalmente naturales, vegetales y equilibrada y no contienen conservantes ni aditivos, tampoco gluten, lactosa o colesterol. Pero también existen en el mercado, en dietéticas y cada vez más, en algunos supermercados, leches de almendras de distintas marcas. En esos casos es importante que te asegures que no tengan aditivos ni conservantes para saber que tienen todos los beneficios propios de las almendras.
¿Cuándo conviene tomar leche de almendras?
El consumo de la leche de almendras es recomendado cuando no se puede ingerir la habitual leche de vaca, la cual contiene lactosa que reacciona indisponiendo el aparato digestivo durante la digestión.
Para las personas con colesterol alto o triglicéridos su consumo es importante para disminuir sus niveles. Elegir esta bebida vegetal como bebida diaria nos va a aportar nutrientes esenciales mediante el salvado y el germen.
Al mismo tiempo, es la bebida que tiene un riesgo más bajo de producir reacciones alérgicas. Ya que hay personas que tienen intolerancia o alergia a la lactosa, otros que la tienen a los frutos secos y a la soja, por ello puede ser una buena opción para todas esas personas.
En cuestión de grasas, tiene una cantidad menor en comparación con otras (1 gramo por cada vaso). Su alto contenido en potasio es aconsejable para las diarreas o vómitos donde se reducen los niveles de potasio, y la leche ayuda a recuperarla. En numerosos casos, las personas que padecen de gastritis o problemas gastrointestinales cambian su dieta incluyendo la leche de almendras por que les aporta una mejoría reconocible.
Tomar un vaso de leche de almendras todos los días es una forma de estimular los procesos digestivos e intestinales y previene problemas como el estreñimiento, la inflamación y gases.
Además, la leche de almendras aporta sensación de saciedad, lo que va muy bien para quienes están buscando perder algunos kilos.
También refuerza el sistema inmunológico, lo que mejora la respuesta del cuerpo para combatir los microorganismos que afectan el sistema respiratorio.
Finalmente, las almendras en sí aportan un extra de energía y son ricas en antioxidantes, por lo tanto, tienen la capacidad de reducir el impacto de los radicales libres en el cuerpo, moléculas que aceleran el envejecimiento de la piel y de los demás órganos.