Por Cutusu
Cuando termino un libro que me gustó mucho trato de buscar algo que tenga que ver con lo que leí. A veces es un país, una comida, un pintor, un museo, un teatro, un idioma… Me aferro a ello con la esperanza de volver a encontrar ese libro que ya leí. Otras veces, me enamoro del autor y trato de leer todo lo que escribió y saber de su vida. Y un libro te lleva a otro libro y, así, vas sanando esa tristeza que deja terminar una buena historia.
En esta cuarentena me enamoré de Ian. Fue una recomendación de Armelle, una amiga de mi taller literario. Entonces compré La ley del menor. Una novela corta, en la que nos metemos en la cabeza de una jueza y todas las decisiones que tiene que tomar y cómo con ellas cambia la vida de muchas personas. Me hizo pensar que los jueces son humanos y el día que firman la sentencia también les pasan cosas y pensé en lo difícil que es ser imparcial. Me gustó mucho que la protagonista sea una mujer y la capacidad que tiene el autor para describir los sentimientos de esta jueza. El libro es corto y se puede leer bastante rápido. También me encanta que usa palabras que yo no conozco, entonces tengo que volver al diccionario para ampliar mi vocabulario.
La cucaracha es su última novela, pero la segunda que yo leía de Ian. Es de un tema actual para Inglaterra y para el mundo: el brexit. Es un libro mucho más liviano, no hay sentimientos tan profundos y se puede leer de un solo tirón. En el fondo, el libro trata de explicar de una forma divertida el lío en el que está metido su país, me parece que le da una vuelta de rosca a un tema trillado. No es el tema lo que hace interesante al libro, sino cómo lo cuenta y su punto de vista.
Expiación me partió el corazón en mil pedazos. Es ese tipo de novelas en donde te querés quedar a vivir. Amé profundamente a todos los personajes y especialmente a la pequeña Briony. Es increíble la evolución de esta historia y también su final. Nunca sabía lo que iba a pasar en la siguiente página, estuve hasta el final con mucha intriga. Me sentí en Inglaterra, en una vieja casona con una gran biblioteca y una linda vista a un lago, me imaginé los cuadros de la casa, los empapelados, los muebles, las flores del parque y los vestidos de las mujeres. Pude ver claramente todo y también cómo ese mismo escenario se convirtió en otra cosa culpa de la guerra.
Operación dulce es de esas novelas de las que no entendés el título hasta muy avanzado el libro. Es una escritura de prosa elegante y con un ritmo que la hace de una lectura muy rápida. La novela está situada en la Inglaterra de 1972, cuando la Guerra fría está en su apogeo. Y la trama es muy divertida porque la protagonista es joven, hay espías y la verdad siempre oculta una mentira. Entonces estás tratando de llegar rápido a la próxima página para descubrir una verdad sin mentira. La novela tiene 400 páginas, pero no es un libro que se tarde mucho en leer.
Hoy me puse a leer sobre la vida de McEwan y descubrí varias cosas. Vivió hasta los doce años en Asia, Alemania y el norte de África, donde fue destinado su padre, después volvió a Inglaterra. Es uno de los escritores más destacados de toda su generación. Ganó mucho premios y varios de sus libros se hicieron películas. Está casado y tiene dos hijos. También tiene un sitio de internet con su nombre donde hay artículos y entrevistas que le hicieron y recomiendan sus best sellers. Pensé que iba a encontrar la vida de un autor un poco más traumática como la de Cervantes porque sus personajes son retorcidos en un punto, pero no, resulta que es un hombre felizmente casado al cual la mujer le lee las novelas con atención antes de mandarlas al editor.
Por suerte escribió muchos libros y me quedan varios para leer. Bendigo a los escritores que escriben más de un buen libro bueno porque entonces da menos pena terminarlos.
