Por Dr. Eduardo A. Bustos- MP 3745 – MN 127553 -MAAC- MAOF – FACS
Esp. Cirugía Gral. – Esp. Emergentología- Esp. Cirugía Plástica y Reconstructiva – Cirugía Mininvasiva y Laparoscópica
CIOS – Apolinario Saravia 308 – TE 0387 4313813
La ginecomastia es el aumento benigno del tejido glandular mamario en hombres. Es relativamente frecuente en la pubertad, hasta un 65% de los adolescentes la presentan, y puede resolverse de forma espontánea en 1-3 años, sobre la edad de los 14-16 años, de modo que en casi un 80% desaparecerá antes de los 18 años. Pero, en un 8% de estos jóvenes se va a mantener y permanecerá en la edad adulta. Así, cuando se detecta, lo primero es la observación y valoración, pero si pasados esos pocos años se mantiene, la solución es sólo quirúrgica, y no debería posponerse más dado el enorme impacto psicosocial que supone para estos chicos.
En un artículo de la revista Plastic& Reconstructive Surgery, de 2013, (por L. Nuzzi et al.) se asegura que los estudios hasta ahora se centraban en adultos, pero comenzaron a modificarse y un ejemplo fue uno en el que tomaron dos grupos de adolescentes, 47 tenían una ginecomastia, 92 no la presentaban. No había importantes diferencias en edades y era evidente una importante asociación entre ginecomastia y un alto índice de masa corporal. Se investigaron los patrones de conducta y desórdenes alimentarios, así como los índices, mediante test psicológicos, de afectación psíquica y de autoestima. Entre los resultados más llamativos y significativos se encontró el tremendo impacto negativo para la salud psicosocial, que no física pues esta tiene que ver con el sobrepeso y no con la ginecomastia, traducido en una gran merma de su bienestar personal, en el funcionamiento social y en el grado de autoestima. Y, lo más curioso, era independiente del grado de severidad de la ginecomastia, es decir, incluso en grados leves, el impacto es igual de tremendo para estos adolescentes.
Con relación al sobrepeso, tenemos que unos 2/3 de los adolescentes consobrepeso presentan ginecomastia. Si estudiamos la presencia de trastornos o limitaciones físicas, estas existen, pero se deben al sobrepeso, no a la presencia de ginecomastia, con la que no tienen relación directa. Pero la ginecomastia sí es la responsable directa de enormes trastornos en la autoestima, interacción social y aislamiento (es sorprendente la crueldad de los compañeros hacia estos chicos, que renuncian casi a la vida social por estas humillaciones, y lo peor es que, al evitar mostrarse, se consideran casi casos únicos, cuando es más frecuente de lo que creen). Pero no son problemas de salud física, de ahí que los sistemas de salud la tengan considerada como un trastorno estético.
Lo habitual, cuando se solicita una valoración médica, es, tras descartar un problema endocrino, muy raro, observar y precisar tiempo de evolución. Lo malo es que se les suele recomendar tratar el sobrepeso, centrando ahí el problema, y el tratamiento, cuando la pérdida de peso (si bien les va fenomenal en otros aspectos, en especial su salud física) no afecta en absoluto a la glándula mamaria, es decir, la ginecomastia no se resuelve por más peso que pierdan. Sólo sirve la cirugía que, por cierto, es súper efectiva aquí.
Corregir la ginecomastia variará en función de si el exceso es de grasa, de tejido glandular o también de piel, no es en ningún caso demasiado complejo, la mayoría de las veces se resuelve en una sola sesión, puede que ni precise estancia hospitalaria y además el postoperatorio no es nada doloroso ni largo. Y les mejora de inmediato la vida. A veces se puede resolver con una simple liposucción, otras veces hay que asociar, a través de una incisión periareolar, la escisión del tejido glandular, y ya raramente, si sobra mucha piel, se retira el exceso dejando una cicatriz alrededor de la areola, que suele camuflarse muy bien. En otros post trataremos de estos aspectos puramente quirúrgicos con más detalle.
En conclusión, la ginecomastia es un trastorno que, si bien no afecta la salud física del que la presenta, incide muy negativamente en la salud psicosocial de los adolescentes, causándoles unos tremendos trastornos de autoestima y retraimiento social, independientemente del grado o severidad de esta deformidad. El único tratamiento es el quirúrgico, por lo que, dado el enorme daño psíquico que les supone, no es recomendable hacerles esperar una vez diagnosticada como definitiva. No podemos considerarlo un problema meramente estético, y no sirve para nada confiar y centrarnos en la pérdida de peso. Es mucho mejor un tratamiento quirúrgico precoz para que no sigan sufriendo, la cirugía no es nada compleja ni peligrosa, pero sus trastornos psíquicos sí.