ANDRÉS JUSTINIANO SIERRA

Por Capiton(é) | www.capitone.com.ar | Tiempo de Lectura: 10 minutos

Considero más valiente al que conquista sus deseos, que al que conquista sus enemigos,

porque la mayor victoria es siempre sobre uno mismo”. 

Aristóteles.

Me encontré con él, por sus ojos de pájaro.

El puede ser halcón… y también canario.

En su trazo encontró su estilo, y en el juego su razón,

Entendió que quien ríe gana, va al ritmo de ese tambor.

No hay ideal que lo someta, ni discurso que lo dirija,

De ética federal, va por tierras que conquista.

La suerte no lo provoca, la muerte no lo convoca,

A ella la ignora siempre, también a quienes visita.

Andrés juega y se ríe, y es eso, lo que su obra dice.

 

¿Podés identificar cual fue el momento en tu vida en el que empezaste a dibujar?

No con exactitud, dibujo desde chico. Soy hijo y nieto de artistas; entonces en mi casa era muy cotidiano el tema del arte. Me crié entre pinturas, caballetes, materiales de trabajo. Vivíamos en una casa grande, eran como dos casas pegadas. En una vivía mi abuelo y en la otra mis viejos, mi hermano y yo, que me pasaba yendo de una a la otra. En el taller de mi abuelo o en el taller de mi vieja. Mi abuelo era escenógrafo y dibujante, y hacía bueno… teatro, cine… mi vieja pintora, también era escenógrafa pero se dedicó más a la pintura, asique no tengo un momento puntual, es de toda la vida.

 

¿Y tu estilo? ¿Podes identificar un momento en el que empezaste a definirlo?

El estilo se va encontrando con el tiempo. El estilo es el producto del trabajo. Y obviamente va cambiando, como va mutando uno a medida que crece. Uno va conformando un estilo también de acuerdo a las experiencias que va teniendo. Lo que sí noto es que… tanto si veo para atrás, como si veo donde estoy parado ahora, puedo identificar que siempre soy yo… que hoy hay una madurez en el trabajo, que hay cosas que se fueron afianzando, pero me veo a mí en ese proceso. Creo que a eso es a lo que podría llamarse el estilo, no es algo buscado, es algo que pasa.

Yo de por sí, laburo a partir de la figuración, mi base es el dibujo, con lo cual es más fácil ser reconocible. Quizás si te desempeñas en la abstracción o en dibujos más sintéticos, el producto es más impersonal. El trazo, la línea del dibujo define un montón.

 

¿Visualmente de que te nutriste? Habrás visto eso que salía de tu casa, pero probablemente te empezaron a gustar cosas…

Tengo una influencia muy grande de historietas, la lectura base de cuando era chico, fue crucial. Sin duda marca e influye en el lenguaje de mi obra y en el dibujo.

 

¿Cuáles eran las historietas que más te gustaban?

Crecí leyendo Asterix. Bueno, obviamente Mafalda de Quino, Caloi, Fontanarrosa, Nine… los clásicos, y después mucha historieta europea, me compraba las revistas Cimoc, donde veía los dibujantes europeos, como Pratt, Manara, Bisley…etc. Entonces era una manera de recibir influencia de otros lados. Antes, hace 20 años, sin internet, no llegaba nada.

Era en librerías de viejo donde descubrías todas esas cosas. Después estudié Bellas Artes, y ahí descubrí las artes plásticas, entonces las influencias fueron otras. Cuando uno no tiene mucha información flasheas con Dalí y después te das cuenta que detrás hay otros más, quizás más anónimos para el común de la gente…

 

¿Quiénes te impactaron?

Chagall, Escher, Calder, Basquiat, Egon Schiele…no se…montones de estilos diferentes que me abrían un abanico enorme de posibilidades con respecto a generar obras de arte. A medida que uno va acumulando esas experiencias externas aumenta la curiosidad por experimentar con materiales, recursos, técnicas…después todo eso va decantando y empieza a sobrar información, y queda lo que a uno le sirve.

 

¿El colegio como lo llevaste?

Pésimo. Me echaron de dos colegios, dejé de estudiar, empecé a trabajar, no quería saber nada con el universo.

 

… no querías saber nada con el universo?

Si, tenía una rebeldía absoluta. Y hubo un momento en que empecé a tener cierta inquietud, dije: quiero dibujar, y empecé a pensar en la idea de estudiar Bellas Artes, y ahí me doy con que tenía que  tener el secundario para hacerla, y me tuve que amigar un poco con la educación formal. Resumiendo: hice un bachillerato acelerado nocturno y después entré en Bellas Artes. Siete u ocho años viajando en tren y bondi unas cuatro horas por día hasta que terminé.

 

¿Quiénes crees que fueron tus  influencias, como artista y como persona?

Mis viejos y mi abuelo… sin duda. Mi viejo médico, nada que ver, en otro ámbito, pero un tipo culturoso, y después este contacto con mi vieja, con mi abuelo. Mi abuelo, viudo, era un tipo muy osco, se había quedado mal con la viudez y yo nací en ese momento y me daba bola solo a mí, fue un vínculo muy fuerte. Se generó como una cosa de mucha protección de él hacia mí. Eso me marcó mucho.

Después en la escuela de Bellas Artes, tuve profesores que fueron referentes importantes. Entramos 40 en primer año, en segundo año quedamos 5. Entonces teníamos todos los profesores para los cinco que éramos: 4 chicas y yo. Tuve profesores muy buenos que estaban solamente para enseñarnos a nosotros. Un privilegio.

 

¿Y tu viejo? ¿Cómo era esa relación?

Desde el punto de vista de que yo pudiera hacer lo que quisiera, siempre fue muy tirante. Dejar el colegio, fue un quilombo para mí, imaginate que no fue fácil. (¿Qué edad tenías?) 14, 15… era un changuito. Yo quería pelotudear, básicamente.

 

¿Te acordas de ese momento? ¿Qué lectura haces hoy de ese momento?

Por supuesto que sí era una rebeldía, porque a esa edad uno se está peleando con el mundo, pero creo hoy que el sistema, y cuando digo sistema digo los viejos, la escuela y el mundo, la sociedad, no comprende a una persona que pasa por otros procesos.

No sé como resolveré yo, cuando me toque a mí con mis hijos, pero espero poder comprenderlos lo más posible y decir “hace lo que quieras, ya le vas a encontrar el agujero al mate”, porque creo que se trata de eso.

 

¿Y porque crees que sentías esto que decís, que el sistema …?

La educación formal está pensada para que todos seamos iguales, a todos nos enseñan lo mismo, todos nos sentamos en el mismo banquito, todos vamos vestidos igual. Es una manera de nivelar, no nivelan para abajo, ni nivelan para arriba, nivelan.

 

¿Vós te sentías diferente?

Si… si, yo estudiaba piano, tenía mis bandas de rock y dibujaba desde siempre, no lo veía como una profesión pero me resultaba muy natural y espontáneo. No veía como encajaba el Tigris, el Eufrates y la Mesopotamia con mi vida. Pero el sistema no estaba preparado para un tipo al que le gustaban las cosas que me gustaban a mí, evidentemente no. Yo era visto como el chico raro entre los padres de mis amigos. Fui a colegio clase media privado, religiosos. Después de esa experiencia dejé la religión de lado.

 

Eso te iba a preguntar ¿cómo te llevas con la religión?

Soy completamente ateo, agnóstico, no me interesa, me parece que es todo mentira.

 

Me imagino que hubo un proceso anterior…

Sí, fui monaguillo. Hice toda la primaria en un colegio católico, parroquial palotino. Era amigo de los curas. Y un día, en primer año, la catequista pregunta: ¿qué es la fe? Y todos empezaron a tirar, hasta que me preguntó a mí, Andrés ¿porqué tenés fe? Y yo dije “porque sí”. Y ella dijo: “ven, Andrés tiene fe porque sí. Eso es tener fe”. Y yo pensé “me están cagando”. Y eso fue un detonante. Desde ahí que dije, algo está mal.

 

¿Y en tu casa?

En mi casa eran re católicos, practicantes, sí. No eran chupacirios pero sí muy espirituales…

 

Vos decís, sos ateo, agnóstico… ¿en qué crees? ¿Cómo crees que vivís lo que es importante para vos?

Mmm… no sé, no sé si me lo planteo mucho. Yo creo en el ser, no en vano  hay 5.000 años de historia, quizás nos toca o no nos toca ser un pedazo de eso que va quedando, quizás modificamos algo, quizás no nos toca ser el que modifica algo, lo cual no me quita el sueño; no es que yo vivo para eso… Creo que el motor de lo que hago son mis hijos, la gente que quiero, es un motor inexplicable si querés…

 

Vamos a tu obra. ¿Tenés un método? ¿un procedimiento?

Yo hago pintura, dibujo y a veces escultura en pequeños formatos. La técnica es el resultado de lo que pasó primero por la cabeza, de lo que quiero trasmitir. A veces uno está experimentando con algo, y eso dispara cosas, y en ese proceso empezás a descubrir que estás comunicando algo. Soy de los que piensa que la obra es comunicación. Cuando yo estoy trabajando una obra, un dibujo, lo que sea, estoy comunicando algo.

Si miro para atrás, veo que yo fui abordando distintas temáticas, y que el eje siempre es el hombre, pero lo que se va modificando es el zoom, a veces estoy en macro, pegado o desde adentro y a veces desde afuera, y eso no lo controlo… eso pasa.

A veces llego a la obra accidentalmente y después la empiezo a desarrollar. Y eso es un proceso de laburo, yo dibujo todos los días, entonces en algún momento algo va a salir.

 

¿Cuál es la actitud que traducís en tu obra? ¿Podés pensar una respuesta aunque obligue a una generalización?

En general soy más irónico que violento, y busco a través del chiste generar algo en el espectador…

Los metamensajes están todo el tiempo, y ese es el mambo de uno, después el cuadro lo consume el que quiere, lo ve el que quiere y le gusta al que le gusta; hay gente que se interesa por saber un poco más, y quizás te pregunta. Tampoco son códigos que oculto, si te interesa, te lo cuento; sino disfrutá la obra como es.

 

¿Vos vivís de lo que haces?

Si, de las publicaciones de los dibujos, hago diseño gráfico, hago algunas ediciones de libros, y vendo las obras. Trabajo de manera independiente y eso tiene algunos altibajos. A veces la obra se vende, a veces está parada. En épocas de crisis económica el arte es lo primero que se recorta, en todos los ámbitos.

 

¿Qué podés decir de lo que implica la comercialización de la obra?

Lo que yo hago como producción artística, como obra, no me lo va a modificar nadie, ese es mi mundo. Pero si vos me encargás algo, no tengo problema. Y creo que una cosa alimenta al a otra. Para mí el arte es una manera de vivir.

 

¿Cómo ves a Salta, en relación al arte?

En Salta en los últimos años empezó a generarse cierto movimiento. En parte a partir de la auto-gestión como Fedro, Bordó, Mamoré, etc y también con las apariciones del MAC y el Museo de Bellas Artes, sumándose a la Casa de la Cultura… fue todo un gran aporte a la escena artística. Toda esa infraestructura va legitimando el arte, va generando un circuito de arte. Hay movimiento. Salta es como un pueblo grande, y es más fácil ramificarse y hacer esa metástasis social. No sabes por dónde te pueden aparecer oportunidades. A mí haberle hecho las tapas a Los Huayra, me abrió otras puntas, me conoció otra gente que se interesó en poner arte en sus gráficas como Mariana Baraj, Perro ciego, etc…

 

¿Cuál es la temática de tus obras?

Lo que está todo el tiempo es la presencia del hombre; lo que hacemos y deshacemos; el hombre por sus elementos, por lo que deja y por lo que modifica. Yo creo que uno va contando lo que tiene a la vuelta y lo que le pasa. (piensa y continúa) … los chicos, mis hijos, me cambiaron mucho la forma de abordar el arte…

 

¿…la concentración?

No, la forma de pensar; pienso el arte de otra manera. Cuando era más chico era también más punk. Tenía una forma más bélica con respecto a la obra, era más confrontativa. Estaba en una lucha, y al nacer mis hijos cambió el sentido me parece, desde ahí  empecé a abordarlo desde un costado más lúdico, para pasarla bien, no para pasarla mal.

 

¿Tenés algo puntual, que quieras trasmitir en tus últimos trabajos?

No sé si hay algo especifico, quizás sea medio pretencioso el querer trasmitir una idea unidireccional… uno busca más bien una forma de contar cosas que después serán interpretadas según el espectador. Cuando uno arma una muestra, está contando algo, está exponiendo su visión sobre eso. Analizado de una manera, pensado de una manera, y producido de una manera. Si creo que en mi trabajo, la intencionalidad es que a través de cierta ironía y códigos le pase algo a la otra persona.

 

¿La política te interesa?

Si, me interesa mucho y no estoy nada contento con este gobierno. No milito, es más, no me gusta la palabra militante, pero sí creo que mi obra tiene, a su manera, contenido político.

 

Verdad/ Muerte/ Amor/ Destino

La verdad: fundamental

La muerte: soy desapegado, no voy a los velorios, prefiero no tener vinculo. No me enrosca, no está dentro de mis preocupaciones.

El amor: el motor. Tan fundamental como la verdad, van de la mano.

El destino: uno a veces piensa en un destino escrito, ser un tocado por la varita, pero para ser ese elegido tenés que estar listo, generando cosas y produciendo, porque te puede pasar que te llegue el momento y te lo pierdas por dormido.

 

MUESTRAS

Exposiciones individuales

2015 – “Cabezas de época” dibujo/digital – Kaleidorama – Bs. As.

2014 – “Sorongonia” pintura / dibujos – M.A.C. Salta

2014 – “Voladores, Caminantes y Soñadores” dibujos – Galería Thames –  Bs. As.

2013 – “Voladores y caminantes” dibujo/digital – Mus. Arte Contemp. Santa Cruz – Bolivia

2012 – “Gente Transparente” escultura/objeto – M.A.C. Salta

2010 – “Con la izquierda II” dibujos – Galería Mamoré – Salta

2009 – “Ciudad Feliz” pintura/instalación – M.A.C. – Salta

2009 – “Con la izquierda” dibujos/historieta – Galería Fedro – Salta

2007 – “Múltiples” pintura/instalación – C. de la Cultura – Salta / Catalinas Park Tucumán

2006 – “Cabezones de la Sociedad” dibujo/esculturas – Plaza de Almas – Salta

2005 – “Argentino Manggiacapeletti” pintura/objeto – Fundación Salta

2004 – “Bolivianas” pintura/dibujos – Colegio de Psicólogos de Salta

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