TENÉS QUE LEER: EL RETRATO DE DORIAN GRAY

Por Liliana Costa

 

Oscar Wilde, El Rey del sarcasmo

Twitter, Instagram o Facebook más de una vez relucieron con posteos ingeniosos por parte de usuarios que buscan impresionar, y lo logran. Pero cualquiera de ellos, cualquiera de nosotros, somos principiantes al lado de la palabra irónica y mordaz de Oscar Wilde. Su estilo lo ubica como un autor de sagacidad única, creador de los relatos más serios y burlones a la vez.

“El retrato de Dorian Gray” es una de las últimas obras clásicas de la novela de terror gótica con una fuerte temática faustiana, además muestra a un pintor con afecto íntimo y directo por el personaje principal. El libro causó controversia cuando fue publicado por primera vez; sin embargo, es considerado en la actualidad como uno de los clásicos modernos de la literatura occidental.

Basil Hallward es un artista que queda muy impresionado con la belleza de un joven llamado Dorian Gray y decide pintarle un retrato. Dorian conoce a un amigo de Basil llamado Lord Henry. Este indica que lo único que vale la pena en la vida es la belleza y la satisfacción de los sentidos. Tras conocer este tipo de hedonismo, Dorian se da cuenta de que un día su belleza se desvanecerá y desea tener por siempre la edad de cuando Basil lo pintó en su cuadro.

Mientras él luce igual al cuadro, la figura retratada comienza a envejecer por él. Su búsqueda del placer lo lleva a una serie de actos de lujuria, a una espiral de odio y vicio; pero el retrato le recuerda que con cada pecado la figura se va desfigurando y envejeciendo.

Oscar Wilde supo retratara la perfección los temas de la vanidad, la locura y la enajenación. Durante los juicios en su contra, se leyeron extractos de este libro. El tema de la homosexualidad salió a relucir. Wilde dijo que nos se podía juzgar a un hombre por lo que escribe.

“El retrato de Dorian Gray”, más allá de la eterna juventud, trata sobre el narcisismo, ya que el personaje principal posee una excesiva admiración por sí mismo, hasta el extremo de solo desear ser igual al cuadro. Además, se tratan otros aspectos como la decadencia de la sociedad, la vanidad, la arrogancia, la moral perversa y torcida de la época. La corrupción del alma de Dorian Gray aparece retratada.

Wilde fue un escritor, poeta y dramaturgo de los más destacados del Londres victoriano tardío. Pero, como muchos genios, murió en la indigencia en París a la edad de cuarenta y seis años. Decía Wilde: “Escribí cuando no conocía la vida. Ahora que entiendo su significado, ya no tengo qué escribir. La vida
no puede escribirse; sólo puede vivirse”.

Seguinos!

spot_img
spot_img

Últimas notas

Puede Interesarte

Padres equilibristas

Marzo ya está entre nosotros y suele pasar que automáticamente lo asociamos con “volver a clases”, lo cual suscita en las familias diferentes sensaciones. Algunas madres respirarán aliviadas...

Artículos similares