Técnicas para comunicarte mejor
Por Lic. Romina Setti
¿Cómo impactan nuestros mensajes y formas de expresarnos a la hora de comunicarnos con otra persona? ¿Somos conscientes de nuestra oratoria en el entorno personal y laboral?
A lo largo de la vida, experimentamos miles de situaciones comunicativas que generan falta de entendimiento y confusiones, y si bien a veces parece que no existe receta mágica, para lograr una excelencia en la comunicación la clave está en tomar consciencia de qué aspectos sí podemos mejorar.
La comunicación es un intercambio de influencia recíproca que nos permite transmitir información, ideas y sobre todo, emociones. Aprender cómo hacerlo y en el camino, inspirar, nos lleva a entender la importancia de desarrollar una oratoria eficaz. Y esto no sólo implica en el concepto de oradores de discursos masivos, sino en la oratoria cotidiana que necesitamos incorporar en los contextos laborales o académicos: para presentar una reunión, para dictar una capacitación, para una entrevista de trabajo o incluso, para rendir un examen oral.
La oratoria es el arte de hablar en público, de expresarse de manera efectiva en la oralidad. Ahora bien, el más grande de los dilemas frente a esta skill es el “miedo”, entendiéndolo en este contexto como la falta de confianza, la inseguridad que nos genera, los nervios y muchas veces, la ansiedad. Pero siguiendo la conocida frase “Que tus sueños sean más grandes que tus miedos”, te invito a concentrarte en tu talento y en las capacidades que te potencian y que te motivan a expresarte con más fluidez. ¿Cuáles serían las actitudes que favorecen esto? ¿Cuáles son las que nos cierran oportunidades?
Te dejo algunos comportamientos que construyen valor agregado en la oratoria:
◆Hacer uso correcto del tono de voz, las pausas y el ritmo demostrando convicción, entusiasmo y dinamismo. Además, tanto el volumen de la voz como la entonación resuena en la percepción e impacto del mensaje. Adecuar la respiración y manejar los tiempos será un plus en cualquier diálogo. Dato extra: no descuides la dicción y pronunciación.
◆Lograr coherencia entre lo que decimos y cómo lo decimos: la elección precisa de las palabras, la armonía que demostremos y el estado de ánimo son factores de éxito en todo discurso. Lo importante no es sólo el discurso como tal sino lo que entiende la otra persona, si el mensaje llegó como queríamos que llegue. ¿Hubo claridad o ambigüedad? Es nuestra responsabilidad involucrarnos y comprometernos en comunicarnos de manera efectiva.
◆Practicar: Poner en acción la voz, el cuerpo y las emociones será lo que nos brindará la experiencia para hacerlo cada día mejor. La oratoria se aprende haciendo oratoria, es decir hablando, practicando y entrenando. Por lo tanto, las habilidades que deben ser aliadas son la iniciativa y constancia. ¿Cómo lo logras? En primer lugar, siendo protagonistas, hablando y preguntando más, y luego, perfeccionando la forma en que lo hacés.
◆Tener un propósito claro de lo que quiero comunicar: establecer un objetivo concreto del mensaje a transmitir ayuda a orientar y estructurar el discurso. Ordenar la información, brindar ejemplos, incluir metáforas, contemplar storytelling, agregar humor o reflexionar, son algunos tips que pueden tenerse en cuenta. ¿Alguna vez te preguntaste si lo que decís o contás generó algo, ya sea un cambio, un consejo, una enseñanza o hasta incluso, una huella? ¡Que esté presente en tu meta que esperás lograr cuando te comunicás!
◆Favorecer intercambio con tu público: hacerlos parte de lo que decís involucra e impulsa al engagement. Activá el modo empático, la escucha comprometida y la interacción. La estrategia es conocer a quién te estás dirigiendo en la conversación y cuál es su necesidad. Que las preguntas poderosas, de esas que te dejan pensando y que te desafían, sean un recurso más.
◆Amigarse con el error: Saber que podemos equivocarnos y reconocerlo como posibilidad es parte de todo aprendizaje. Asumí el riesgo, anímate pero sobre todo validá tu autocompasión con lo que suceda. En vez de preguntarte ¿Y si sale mal?, pregúntate ¿Y si sale bien?
◆Fortalecer la autoconfianza conecta con la autoestima alta: en vez de elegir la frustración como opción, obsérvate como persona capaz de volver a intentar comunicar con más asertividad. Si se pone foco en la excelencia y no en la exigencia recordamos que todas las personas tenemos el potencial de desarrollar habilidades, y la oratoria no es la excepción.
Enriquecer la oratoria es la apertura hacia la elocuencia, esa atractiva capacidad de expresarnos de manera convincente, fluida y persuasiva para liderar nuestra vida positivamente. ¡Que esto se convierta en tu destreza comunicativa!