Por Laura Lee Santamaría
La ciudad de Salta los recibió con emoción y fueron acompañados por los fans desde el aeropuerto hasta el monumento a Güemes. Kevin (34) sin soltar la bandera nacional y el Touareg, la mítica figura que reciben los campeones de la difícil competencia del Rally Dakar. Luciano (27), al lado de su hermano con el mismo orgullo y alegría llevando una bandera salteña.


En unos meses inolvidables para el deporte argentino, con la Copa Mundial de Futbol en diciembre y ahora la victoria en la categoría motos del Rally Dakar 2023, Salta vivió festejo tras festejo. Por eso, la revista abc se sumó a la euforia y tuvo la oportunidad de charlar con el menor de los Benavídes para conocer más de cerca a los campeones que aseguran que lo vivido es algo “único”.
Hablemos sobre la relación entre ustedes, ¿cómo es su día a día?
La relación entre nosotros es de diez. Nos llevamos muy bien, compartimos todos los días: entrenando juntos en el gimnasio, las sesiones de moto, de aeróbicos, incluso almorzamos juntos. La verdad que somos bastante unidos. Por ahí nos peleamos obviamente por la misma competencia o porque todo el día molestamos entre nosotros, pero se nos pasa al toque. Por suerte es una relación super sana.


Se llevan casi 7 años, ¿Tu hermano fue un modelo a seguir en tus
primeros años en moto?
Sí, fue mi modelo a seguir, sobre todo en mis inicios del rally. Yo venía del enduro y él también, pero él fue el primero que hizo el paso al rally Dakar. Fue quien un poco me abrió las puertas para entrar a este mundo y me guió.
En repetidas veces hablan sobre la preocupación por el otro dentro del rally, ¿cómo afecta eso a la hora de correr?
Siempre hablamos de la preocupación por el otro dentro del rally. Cuando es el día a día competimos absolutamente en todo, y creo que eso es lo que nos hace crecer. Pero sí, sobre todo en el rally, la verdad que antes nos afectaba mucho. Si en una etapa largaban, por ejemplo, él tercero y yo cuarto, medianamente juntos, siempre nos iba mal. Porque uno va muy preocupado por el de atrás o el de atrás va preocupado por el de adelante, de no encontrártelo accidentado o en algún peligro. De hecho cuando andamos juntos en una etapa dentro del Dakar, antes nos costaba más. Íbamos pensando mucho en el otro. Pero hicimos un trabajo bastante bueno con el psicólogo para dejar eso de lado y tratar de confiar en el otro y saber que no va a pasar nada. Seguir enfocándote en vos y verlo como un piloto más, un rival más en la pista, no tanto como un hermano porque sino la cabeza se te va para cualquier lado.
¿Comparten algún sueño que todavía no hayan cumplido?
El año pasado cumplimos uno que fue haber hecho un podio juntos en un mundial de rally en Andalucía, España. Kevin quedó segundo y yo tercero, creo que el sueño más grande que tenemos como hermanos sería salir los dos en un podio en el Dakar. Este año estuvimos cerca, Kevin lo ganó, yo quedé sexto, pero gané tres etapas y creo que se sintió un poco más o menos así. Realmente fue un sueño este Dakar. Pero sí, seguimos con las ganas de cumplir ese sueño que es seguir haciendo historia y hacerlo juntos. Si se llega a lograr un primer y segundo puesto en un Dakar, creo que sería algo único.

¿Comparten algún hobby?
Siempre estamos unidos en las motos. Mi hobby es el motocross, y el suyo el enduro, salir con los amigos a andar en moto, pero siempre algo de motor tiene que haber.
El control mental es clave a la hora de correr, ¿cómo es el trabajo que realizan con su psicólogo?
El control mental es un 60% en un Dakar. La parte del autocontrol, el trabajo que hacemos con nuestro psicólogo Gustavo Ruiz, realmente es muy importante. En este Dakar hubo tres días que no había señal, que no podíamos comunicarnos con nadie y con la única persona que hablábamos sí o sí era con nuestro psicólogo por un teléfono satelital. Cada día tenés que poner la cabeza en agua fría, alguien que te diga la cosa como es y guiarte un poco para saber sacar las emociones de más, para volver a ponerte en eje siempre y largar desde ahí. Saber tener claros los objetivos, qué vas a hacer cada día y saber qué es lo que estás pensando. Quizás si no lo hablas con nadie, muchas cosas te pasan y no te das cuenta. Esa es la parte que hace él (Ruiz) muy bien y que ayuda muchísimo.
¿Qué rol juegan las individualidades, las victorias de cada uno, cómo hacen para que no se interponga en su equipo?
El Dakar es una carrera que tenemos un equipo atrás, pero en el desierto vas solo. No hay ninguna regla u orden de equipo para que gane tal o cual piloto. Eso es libre. No es como la formula 1 que tiene que ganar un piloto y los otros lo tienen que ayudar. En el rally no es así. Yo estoy en Husqvarna, Kevin en KTM y también está la otra marca que es Gas Gas. Las tres marcas son del mismo grupo, de la misma empresa, entonces compartimos los jefes de equipo, las reuniones de pilotos después de cada etapa. Prácticamente es como un solo equipo, así que si cualquiera de los pilotos que estamos ahí adentro gana, a la marca le sirve. No hay problema con eso.
¿Cómo se preparan de cara a Abu Dhabi? ¿Hay algún otro evento importante en el año?
Ahora viene la carrera de Abu Dhabi que es a fines de febrero. Es la segunda fecha del mundial porque el Dakar cuenta como la primera. La idea ahí es seguir sumando puntos, es una carrera muy importante. Yo en el 2019 logré un segundo puesto y realmente quiero pelear por el mundial. Me siento bien porque Abu Dhabi es una carrera que es todo arena y la etapa que gané en el Dakar era todo arena por lo cual me da mucha ilusión hacerlo bien. Después en abril se corre Sonora Rally que es México, la tercera fecha del mundial. De ahí viene la cuarta en agosto en Argentina, el desafío Ruta 40 que va a hacer algo hermoso poder volver a correr acá. Y la ultima fecha es el Rally de Marruecos en octubre. Esas son las cinco competencias del año que definen el campeonato mundial. Todo el año nos preparamos para eso y obviamente para el Dakar el año que viene, que es lo más importante.


¿Qué mensaje le darían a la juventud que los miran y sueñan con algún día correr el Dakar?
Mi mensaje para todos los chicos que sueñan con algún día correr el Dakar es decirles que es posible, yo hace unos años ni me imaginaba estar hoy donde estoy. Pero creo que todos esos sueños se hacen posibles con mucho sacrificio, muchas cosas que tenés que dejar de lado, pero siempre peleando por lo que uno quiere, no darse por vencido. Creo que esa es la clave. Siempre ir en busca de lo que uno quiere, de lo que a uno le gusta, y cuando uno está decidido a ir por eso, es como que el universo se alinea para que las cosas empiecen a darse. Puede llevar un tiempo obviamente, pero creo que siempre es posible.