Alimentación, salud y bienestar
En los últimos años se ha comenzado a hablar de una técnica amigable, saludable y con resultados positivos para mejorar nuestra forma de vernos y sentirnos: el Mindfuleating. Seguramente escuchaste hablar de este método que promueve la alimentación sana y el bienestar del organismo y como esta tendencia crece cada día más, decidimos informarnos consultando a la Licenciada en Nutrición, Gabriela Dorigato, quien se especializó en el tema. “En la búsqueda de nuevas herramientas para ayudar a mis pacientes, buscando la manera de acompañarlos en los cambios de hábitos, a una vida saludable y todo lo que este concepto pueda significar para cada uno, es que emprendí viaje a Buenos Aires a capacitarme en el centro de la Dra Mónica Katz y su propuesta NO DIETA. Allí fue que escuché por primera vez el concepto de Mindfulness como una práctica que estaba siendo muy usada en E.E.U.U., algo novedoso desarrollado por un médico investigador llamado Jon Kabat-Zin en base a las meditaciones budistas. En esta búsqueda, azarosamente o por el destino, conocí a Valeria Gómez Laje (@valgomezlaje), que es instructora certificada en MBSR (Mindfulness Based Stress Reduction), con ella practiqué 2 años y decidimos con sus conocimientos y los míos, hacer talleres de Maidfuleating, o atención plena en la alimentación».
¡No te pierdas esta entrevista en la que nos sacamos todas las dudas!
¿Qué es el mindfuleating?
El Mindfuleating (MF) es una intervención psicoeducativa que tiene como objetivo gestionar de forma más competente y saludable los pensamientos, las emociones y las conductas con la finalidad de lograr mayor control mocional, mayor capacidad de atención, comportamientos más eficaces y mejorar el estado de ánimo, lo que unido la educación alimentaria resulta altamente efectivo.
A través de esta práctica se busca que la persona, que muchas veces llega muy “castigada” por los profesionales y la familia, con mucha sensación de desvalorización personal por no ser “capaz” de bajar o de sostener un peso, logre conocerse, cambie su relación con la comida y se trate con amabilidad.
Cambiar un hábito, una conducta aprendida, requiere de una práctica con constancia. Para entrenar esas habilidades es importante que la persona pueda reconocer y tomar conciencia de la sensación de hambre y saciedad, así como de sus emociones, para ser libre de decidir cuándo empezar a comer y cuándo parar.
La alimentación consciente nos permite elegir alimentos por placer en la porción justa, aprender a responder adecuadamente a la sensación de hambre-saciedad y reconocer los estímulos internos y externos tristeza, estrés, cansancio) que nos llevan a comer sin hambre. Aprender a ser más tolerantes con nosotros mismos, tratarnos con amabilidad e ir desarrollando en la práctica diaria del comer con atención plena cambios que son imprescindibles para la salud.
Comer con atención plena nos permite la experiencia sensorial del acto de comer, salir del modo automático de morder y tragar, y recuperar así el placer de consumir. La práctica nos va empoderando en la capacidad de identificar nuestras creencias equivocadas o pensamientos distorsionados sobre los alimentos, las comidas y nosotros mismos.
Podríamos decir que la alimentación consciente se refiere al estado de conciencia plena, aceptación y actitud de apertura, llevado a todos los elementos psicológicos, fisiológicos y conductuales que rodean a la experiencia alimentaria.
No se trata de una dieta, o una manera correcta de comer, se trata de detectar nuestros pensamientos en relación a la comida, estar alertas a lo que sucede en la mente antes, durante y al finalizar el acto de comer, detectando pensamientos que algunos alimentos desatan en nuestra mente, como autocríticas y juicios (no debiera comer esto), logrando aceptar y dejar ir esas ideas y cambiar el foco atencional dirigiéndolo hacia la experiencia de comer y atender plenamente lo que se está realizando.
¿El mindfuleating es un concepto que siempre ha existido o una novedad?
El MF es un una capacidad que tenemos y que vamos perdiendo cuando nos adentramos en el estrés y la vida acelerada que nos toca vivir, por lo tanto, cualquier persona que desee estar en el momento presente, con la práctica se desarrolla y se profundiza. El MF no es privativo de nadie, ni es necesario convertirse a una práctica religiosa como el budismo, es universal. Todos hemos tenido momentos de conexión plena, por ejemplo contemplando una puesta de sol, frente al mar…estas prácticas requieren atención y la intención en el momento sin juzgar…simplemente observar.
¿Es para todos los públicos o especialmente para personas con problemas de peso o trastornos alimenticios?
En nutrición resulta una valiosa herramienta para “amigar” las personas y los alimentos. Alimentarnos con atención plena o conciencia plena nos permite re-descubrir sabores, disfrutar del momento y el acto de comer, reconocer el hambre físico y la sensación de saciedad, todos elementos esenciales para tratar, por ejemplo, los trastornos de alimentación.
¿Cómo son las sesiones de mindfuleating?
Los programas de Mindfuleating en general duran 8 semanas con un encuentro semanal y tareas para la casa, sin práctica no hay posibilidad de cambio.
También en cada taller se trabajan temas de nutrición, se comparten experiencias, en algunos encuentros hacemos caminatas contemplativas y se cierra con la práctica de meditación que se hará en la semana.
¿Qué resultados y/o mejoras obtendré practicando mindfuleating?
La práctica de la atención plena en la alimentación ofrece múltiples beneficios y depende de lo que cada persona busca, pero fundamentalmente nos permite el control, el disfrute y una sensación que empodera a la persona que por años buscó mantener un peso saludable.
Esta práctica nos permitirá observar nuestra relación con todo lo que interviene en el acto de comer y desde esa observación sin juzgar, empezar a hacer cambios. En el acto de alimentarnos hay muchos pasos importantes que no debiéramos descuidar. Invertimos tiempo, dinero y esfuerzo para la compra, higiene, conservación, preparación y u ingesta, y también el entorno en el que comemos.
Comer es una conducta compleja y esa es tal vez la razón de lo difícil que resulta el tratamiento de cualquier trastorno alimentario, como la obesidad, por ejemplo. Cuando decidimos alimentarnos con conciencia plena empleamos nuestra sabiduría para elegir qué es lo que nos conviene comer.
¿Cómo sé que no como de forma consciente?
Diariamente hacemos muchas cosas en piloto automático, ¿a quién no le pasó eso de buscar llaves, anteojos o el celular y resulta que los tiene en la mano o pasar por la cocina y terminar masticando las galletitas que estaban en la mesada sin siquiera percatarnos de ello?
¿Qué influencia tienen factores como el estrés, las emociones o nuestro entorno en la manera que nos relacionamos/elegimos los alimentos?
Comemos para vivir, básicamente el cuerpo necesita de los alimentos para tener energía y nutrientes, pero los seres humanos aprendimos a usar la comida para tapar emociones, calmar ansiedades o estrés, o para entretenernos.
Cuando empezamos a OBSERVAR/RECONOCER la cantidad de veces que comemos sin hambre o que usamos los alimentos para tapar emociones, estamos listos para cambiar. Podremos hacernos preguntas fundamentales: ¿Es realmente hambre lo que siento? ¿Cuánto pasó de mi última comida?, ¿Puedo ser capaz de no comer esto?
¿Hace falta más formación sobre nutrición en la sociedad?
La sociedad no solo tiene pocos conocimientos de nutrición, sino que esta intoxicada con información falsa o mal intencionada, ya que en este país cualquier influencer, coach, entrenador habla de nutrición sin conocimiento real y con base científica.
A mi entender, nutrición debiera enseñarse en las escuelas, como contenido transversal, dando herramientas para que los niños sean consumidores informados y sean capaces de elegir aquello que sabe que le hace bien, empoderarlos en la elección.
A la hora de cocinar, ¿qué tenemos que tener en cuenta?
A la hora de cocinar, debemos disfrutar, preparar amorosamente los alimentos que consumiremos, agradecidos de poder contar con ellos y disponernos a conectarnos con el olor, sabor, textura y presentación.
¿Nos das 3 consejos para aplicar esta alimentación consciente en el día a día?
Ser capaces de tratarnos como a un invitado especial, poner una linda mesa, apagar pantallas que nos distraigan, conversar amablemente, percibir con todos los sentidos, masticar cada bocado hasta desarmarlo en la boca, comarnos más de 20 minutos en comer, apoyar los cubiertos entre bocado y bocado, beber agua, pausar a mitad del plato.