Por Ing. Ricardo Blasco
El uso de energías alternativas se ha convertido en una gran motivación de inversión y competencia de las grandes fábricas mundiales del rubro. Dentro de ellas, la energía solar se destaca del resto. Lo confirman, por ejemplo, las grandes inversiones con paneles fotovoltaicos, que generan energía eléctrica en nuestra zona de la puna jujeña (Cauchari), produciendo y en condiciones de distribuir hasta 200 MW (mega watts).
Otra de las tantas maneras de utilizar la energía solar es para climatizar piscinas, la cual se destaca ya que es la forma más práctica y económica de aprovecharla, porque no necesita baterías ni tanques para almacenarla.
Imaginemos una manguera de jardín tirada al sol, dicha energía absorbida por la manguera y transmitida al agua se convierte en agua caliente cuando abrimos el grifo. Y eso es lo que sucede cuando instalamos paneles solares en una piscina.
Los paneles solares para piscinas que más se comercializan son los fabricados en polipropileno y gomas flexibles porque se adaptan a todo tipo de cubiertas o terrenos cercanos a la piscina.
Y surge la pregunta obligada…. ¿me conviene instalar paneles solares para climatizar mi pileta?
Hay factores para tener en cuenta que harán decidir la inversión.
- La zona,
- El clima,
- Tamaño de la piscina,
- Expectativas del proyecto.
Esta última es la que más incidirá en tu decisión, siempre teniendo en cuenta las otras tres.
Si tu expectativa es pensar que mantendrás la temperatura del agua adecuada en el momento que la requieras, debés optar por climatizarla con gas o electricidad y como alternativa instalar paneles solares. En caso de que lo pienses con el único concepto de una energía alternativa, la cual ya depende de otros factores externos, se convierte en una muy buena opción de proyecto.
A veces no nos damos cuenta, pero el sol, ese gran regalo de la naturaleza, puede trabajar gratis para vos, generando toda la energía que necesitás para consumir en tu casa, y más aún, hasta podrá cargar las baterías de tu futuro auto eléctrico. Y si te trabajó de más… a fin de mes le podrías vender ese remanente de energía a la distribuidora de electricidad.
Y no es un sueño…, ¡ya es realidad!