Por Gabriela Parentis
Hace 15 años nacía abc Revista y estamos orgullosos del trabajo que hemos conseguido en este tiempo junto a vos como lector.
En ese entonces, 2005, su mentora Teresa Molinas decidió incursionar en el mercado editorial sin antes haber tenido alguna experiencia parecida, pero esto para nada fue un obstáculo; con el correr del tiempo, esa idea resultó un éxito que hasta el día de hoy sigue vigente. Salta, Jujuy, Tucumán y Buenos Aires fueron algunas de las provincias que en un primer momento vieron el esplendor de sus páginas con notas que hablaban de tendencias, belleza, actualidad, moda, salud, viajes, cocina, entre tantos otros temas, pero con lo que realmente abc logró posicionarse como marca registrada fue con los eventos sociales, que se ven plasmados en el papel con la cobertura de fiestas, cumpleaños, reuniones, casamientos o inauguraciones.
Desde la primera edición hasta estos días la revista continua teniendo un mismo objetivo: reflejar la vida moderna y sus protagonistas con entrevistas y grandes despliegues fotográficos. Además, participan en cada nueva publicación columnistas especializados y referentes que hacen una diferencia en calidad de contenido. Hoy, quince años después, la revista afianza el vínculo con sus lectores a través de redes sociales como Instagram y Facebook, además de la página web, y sigue creciendo en distribución. Los límites no son impedimento para hacer llegar mes a mes una nueva edición a Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, por ejemplo.
Los motivos para festejar un año más de circulación ininterrumpida alegra a todo el equipo y queremos agradecerles a quienes nos acompañan desde el primer día, por eso decidimos entrevistar a la creadora de la editorial, Teresa Molinas, quien hizo un poco de historia y nos contó del trabajo perfeccionista e incansable que demandó abc, ¡no te la pierdas!
¿Cómo entró en el mundo editorial y qué la motivó a editar revista abc?
Se me ocurrió que resultaría interesante un contenido local, así los lectores podrían ver caras conocidas, saber dónde comprar a pocos metros de su casa y presentar a personalidades del medio. Todo lo que había era de Buenos Aires. ¿Por qué no?
¿Qué significa revista abc en su vida?
Considero a la revista una parte importante por lo que aprendí, sobre todo. No tenía la menor idea de qué se trataba, pero no le tenía miedo y, como soy autodidacta, fui trabajando por intuición. En aquel momento resultó un acierto. La recuerdo con cariño y fue una gran experiencia.
Con la idea de hacer un poco de historia y conocer la dinámica de trabajo,¿ cómo surgió el nombre, para quiénes estaba pensada y en qué lugares se vendía?
El nombre me salió enseguida, vaya a saber cómo o por qué. Estaba libre el nombre en el registro de marcas y no lo pensé dos veces. Editorial abc… ¡me encantó! Siempre pienso que el nombre es lo de menos. ¡Hay cada nombre! Lo importante era el contenido. No pensé a quién iría dirigida así que fui una inconsciente. No hice estudio de mercado, no analicé nada. Suelen ocurrirme estas cosas, es una intuición de que la cosa va a funcionar y allí apunto. En cuanto a la dinámica de trabajo era un trajinar bastante bravo. Y lo peor es que éramos pocas personas para hacerlo. Se vendía con un éxito tremendo en Salta, Jujuy, Tucumán y en algunos quioscos de Buenos Aires.
¿Cuáles fueron los mayores retos que enfrentó para ponerla a andar?
Conseguir un excelente diseñador gráfico. Tardé bastante en conseguirlo, pero apareció y no lo dejé escapar más. Aún hoy sigue trabajando en las empresas familiares. Él es un hombre increíble que me interpretó y la revista comenzó a cambiar. Nos entendimos.
Y tener al lado a dos amigas muy queridas que siempre me decían las verdades. Después hubo personas que me ayudaron mucho y ellas lo saben, porque me acompañaron prácticamente desde que se fundó hasta que la vendí. Mis retos fueron, además de hacer una buena revista, rodearme de personas que me ayudaran a conseguirlo.
O sea que se crearon vínculos fuertes a partir de la revista. ¿Aún se mantienen?
Siempre se forman vínculos, unos más fuertes que otros. Y los tuve de todo tipo, vínculos buenos y malos nunca faltan. Fui dejando en el camino a aquellas personas que “parecen, pero no son” y mantengo el vínculo con aquellas que “realmente son lo que parecen”.
¿Qué contenidos y cómo eligió lo que quería mostrar en abc?
Creo que aún hoy, porque la vendí hace como cuatro o cinco años, sigue con los mismos contenidos. Eran 12 secciones que incluía, supongo, lo que a mí me interesaba. Trasladé mi interés a los otros. Era una revista, debía tener muchas imágenes y poco contenido de lectura para no resultar aburrida. Yo pensaba que la gente que quisiera “leer” compraría un libro y que la gente que quisiera “entretenerse” compraría una revista.
¿Cuáles son los recuerdos más lindos que tiene de la revista?
¡Generalmente son motivo de risa mis recuerdos! Aunque hayan sido problemas o no, me muero de risa de los momentos vividos con todo el equipo. ¡Cada cosa! ¡Ni imaginás por las que pasábamos! Todo era un tema de vida o muerte.
No alcanzaría la revista para enumerar los buenos momentos.
¿Cuáles son las características que cree usted hacen única a revista abc?
No hace falta ser única, sino ser buena. Se convierte en única cuando el lector la prefiere y allí está el quid de la cuestión. Como todo. ¿Qué le gustaría encontrar al lector? Generalmente el editor responsable pone su persona, se trasluce él mismo en cada número. Se trasluce su forma de pensar, su personalidad, su gusto, sus preferencias y simplemente las comparte. Si tiene la suerte de que le guste al público ¡voilá! Se convierte en única.
¿Cómo impactó la revista en el mercado local?
La revista impactó en el mercado local porque con ella apareció una nueva y mejor posibilidad de que las empresas pudieran ofrecer sus productos. Antes, la única alternativa era el diario. Recuerdo un restaurante que compró una publicidad de varias hojas, describimos el lugar, el menú y todas sus bondades. Al sábado siguiente de salir la revista el restaurante no dio abasto, la gente se agolpaba en la vereda peleando por una mesa, el chef no estaba preparado para semejante malón y vivieron momentos de desesperación. El efecto de la publicidad es algo maravilloso. No todo el mundo lo entiende y hay quienes lo toman como un gasto. Eso lo aprendí con la revista.
Si pudiera regresar el tiempo, ¿haría algo diferente?
Siempre hay algo que uno quisiera cambiar. A veces, mirando atrás se puede identificar lo que debió ser de otra manera. Pero no me gusta detenerme a pensar en lo que podría haber hecho, pues hecho está. En definitiva, se trata de avanzar y sentirse feliz con lo poco o mucho que uno logra hacer.
Mirá algunas de las tapas que hicimos durante estos años.
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