Por Gabriela Parentis
Patricia Villafañe es de esas mujeres emprendedoras de toda la vida: tiene una habilidad innata para las manualidades y es por eso por lo que, desde muy joven, tiene un camino recorrido en el quehacer artesanal. Revista abc charló con ella sobre su especialidad y los proyectos que lleva adelante.
Patricia es la cara detrás de este emprendimiento que asoma entre telas y diseños, y actualmente la serigrafía es su pasión. Hoy se sorprende al ver hasta dónde llegó, después de haber incursionado con la cerámica, el bordado, el reciclaje y pátina de muebles, entre tantas cosas más.
Desde chica le gusta la decoración y el salto hacia la independencia fue el impulso que la hizo dejar un lugar cómodo para probar algo propio. Fue luego de casarse que decidió empezar distintos trabajos para clientas particulares y comenzó a tomarle el gustito a esto de ser emprendedora y a poder manejar sus horarios.
Su naturaleza inquieta la ha llevado a explorar e interesarse por diferentes campos, no solo se quedó con lo ya aprendido, sino que buscó capacitarse siempre, hasta que hace un año, aproximadamente, conoció el mundo del estampado textil.
Desde ese tiempo hasta acá, su proyecto en este sentido fue creciendo de una manera exponencial. En la serigrafía encontró una pasión, pero también gran interés de sus clientas. Su compromiso e implicación con ellas es de tal manera que las acompaña durante todo el proceso, para la elección de un diseño o color, y esto es uno de los puntos fuertes de su trabajo. Mirando para atrás, jamás se hubiese imaginado hasta dónde llegaría en tan poco tiempo.
Con el estampado textil, según nos cuenta, se puede trabajar una infinidad de técnicas como: serigrafía, relieves, foil, corrosivo, estampa plana, devoré, transparencias, acuarelado textil, sellos, pintura shibori y más. Y las posibilidades de aplicación varían según los géneros que se usen y lo que se desee hacer.
Patricia supo que para llegar lejos debía perfeccionar y profesionalizar su trabajo, y para eso debía buscar ayuda. Se embarcó en todos los cursos que encontró. Con distintos consejos y herramientas que le brindaron fortaleció su marca registrada, y además con el incentivo de su esposo, también se anima a transmitir sus conocimientos a los demás dictando talleres. Se dijo a sí misma, ¿por qué no? y se desafió dando clases en Salta y Jujuy. Es que cuando algo te llena tanto el alma, el empuje viene solo.
En las clases, cuenta que a las chicas les pide que no se queden con lo aprendido ahí, sino que lean, busquen e investiguen porque es fundamental ir descubriendo texturas y pigmentos, ya que en definitiva cada una sabe cuál es el resultado que quiere y quizás no es la misma idea que tiene la profesora.
2020 con nuevo desafío
Continuar enseñando las técnicas que conoce en un taller es uno de los pendientes de este año. Nada más lindo que transmitir eso que uno hace con pasión y contagiar a otros del propio arte. Además, en su cabeza ya tiene en mente la venta de productos para facilitar la adquisición de las mejores herramientas a sus alumnas, ¡lo mejor está por venir!
Tips:
-Se puede hacer serigrafía en distintos géneros, lo mejor es usar algodón 100%.
-Es importante trabajar con el material con el que te sientas más cómoda.
-Si a cada pintura le das el cuidado que requiere, no se despinta, ni corre.
-Es importante tener todas las superficies limpias y, por supuesto, las manos también.
-Para un resultado duradero de la pintura hay que esperar entre 12 y 24 h de secado.
-En cuanto a colores, se está usando mucho el gris, sumado a los clásicos de otoño, como el chocolate y mostaza.
-Los metalizados (dorado y plateado) también marcan tendencia en serigrafía y foil.