The Beatles, el grupo recordado como la mejor banda de la historia, anunció su separación hace 50 años. Los miembros vieron venir el final y se despidieron en 1969 con el último proyecto que grabaron: “Abbey Road”.
Por Rocío Basso
Cuando The Beatles arrancaron a grabar Abbey Road en febrero de 1969, ya sabían que se acercaba el fin. El disco, bautizado con el nombre del estudio londinense, fue lanzado en septiembre de ese año. La banda anunció oficialmente su separación a fines de 1970, luego de mucho tiempo de turbulencia y cruces entre sus miembros, tanto a nivel creativo como personal. El proyecto final que lanzaron fue “Let It Be”, pero Abbey Road marcó la gran despedida porque fue el último que grabaron juntos. En el álbum, cuya icónica tapa muestra a los miembros cruzando la famosa calle del estudio, todos tienen sus respectivos momentos protagónicos sin dejar de formar una sola obra maestra hilada con la ayuda del productor George Martin, conocido popularmente como “el quinto Beatle”.
George Harrison brilla como compositor en “Here Comes The Sun” y “Something”, dos temas llenos de luz y ternura. John Lennon se lució particularmente con la creación de “Because”, un paraíso de armonías donde el grupo mostró una de sus mejores interpretaciones vocales, y “I Want You (She’s So Heavy)”, un track que no dice mucho más que las palabras de su título, pero las repite una y otra vez sobre un blues hipnotizante para plasmar el sentimiento de obsesión. Ringo Starr brindó su aporte más memorable para la banda con “Octopus’s Garden”, una canción casi juguetona que triunfa en sacarle una sonrisa a cualquier oyente.
La gran despedida quedó inmortalizada en la segunda mitad de Abbey Road: casi todo el lado B del disco está conformado por un medley de ocho canciones que se unen entre sí y parecen formar una gran pieza musical. La gran mayoría de ellas eran pistas inconclusas compuestas por Paul McCartney, quien se encargó de hacer funcionar este enganchado a pesar del poco entusiasmo que mostró Lennon ante la idea. Tiempo después del lanzamiento, Ringo expresó: “Creo que la última sección de Abbey Road es una de las mejores piezas que armamos”.
El inicio del fin es “You Never Give Me Your Money”, una canción de McCartney sobre la vida como artistas y los obstáculos a los que se enfrentaron como banda, varios de los cuales se relacionaban con la discográfica y su manejo del dinero. Este funciona como un prólogo que anuncia la futura separación del grupo: “One sweet dream / Pick up the bags and get in the limousine / Soon we’ll be away from here / Step on the gas and wipe that tear away”. Paul mezcla la nostalgia con la emoción de ver lo que le depara el futuro como solista.
La introducción es seguida por la trilogía que aportó John al medley: La primera es “Sun King”, que lleva una fuerte influencia de “Albatross”, un hit de Fleetwood Mac que había sido lanzado un año antes. Con “Mean Mr. Mustard” y “Polythene Pam”, Lennon creó una pequeña historia que engloba a estos dos personajes ficticios con un tono de comedia. Finalmente, Paul se encargó de cerrar Abbey Road con cuatro canciones que portan los indicios más puros del rock característico de The Beatles y son una conclusión ideal para el proyecto.
“She Came In Through The Bathroom Window” es una animada interpretación de blues que Paul escribió a raíz de una fanática que se metió en su casa por la ventana del baño. “Golden Slumbers” es uno de los tracks más dulces de todo el álbum, cuyas líneas se basan en un poema escrito por Thomas Dekker: es casi una canción de cuna. Esta explota de repente en “Carry That Weight”, un himno que funciona como una continuación de “You Never Give Me Your Money”.
El medley de Abbey Road culmina con “The End”, que se destaca por la emotiva despedida de cada uno de los miembros a través de sus instrumentos. El primero fue Ringo, quien interpretó su único solo de batería en toda la discografía de The Beatles. Luego continuaron Paul, George y John: en ese orden, aparecieron en un duelo de guitarras épico antes de finalizar con un mensaje de amor: “And in the end / The love you take / Is equal to the love you make”.
Resulta casi imposible imaginar el nivel de tensión que había entre los músicos cuando entraron al estudio para preparar este álbum. Los cuatro sabían que nunca más pasarían una etapa de composición y escritura como grupo y que sus vidas cambiarían para siempre. Con este sentimiento en el aire, dejaron las cartas sobre la mesa, llevaron su talento al máximo potencial y crearon una obra juntos por última vez. Este lleva el sello característico de The Beatles y despliega sus habilidades en sus formas más transparentes mientras se mezcla con la tristeza de un final inevitable, lo que convierte a Abbey Road en el verdadero adiós.