Viajes exóticos: paradisíaca Bora Bora

En el corazón del Pacífico Sur, Bora Bora es la joya de la Polinesia Francesa, una isla rodeada de islotes situada a 50 minutos de vuelo de la isla de Tahití y acurrucada en una de las lagunas más lindas del mundo.

Bora Bora es uno de esos destinos exóticos que aún se puede visitar con la sensación de estar en otro mundo, un paraíso natural en la recóndita Polinesia Francesa. Sus mayores atractivos son sus playas, esas aguas cristalinas salpicadas de arrecifes de coral, la observación de la vida submarina y los bungalows sobre el agua.

Se puede considerar un destino de lujo, ya que el coste de la estancia turística es bastante alto, atrayendo de este modo un turismo de categoría superior. Para muchos es “el viaje de su vida”, para lo que han ahorrado por algún acontecimiento especial.

Bora  Bora tuvo un origen volcánico, y el gran volcán del que surgieron sus tierras hoy está cubierto por un lago de aguas cristalinas. La primera sensación que se tiene al aterrizar en su pequeño aeropuerto desde Tahití es la de encontrarse en esos folletos que hablan de paraísos de aguas turquesas y arenas claras. Posiblemente sea la laguna más linda del mundo.

Abundan los hoteles de lujo, con bungalows de estilo polinesio edificados sobre las aguas de la laguna de Bora Bora, en los que el desayuno puede llegar a bordo de una canoa. Estos espacios suelen aprovechar el entorno nativo, integrándose, dentro de lo que cabe, en el paisaje. Además de los hoteles de lujo junto al mar también se puede encontrar pensiones más accesibles en entornos menos idílicos.

• Bora Bora, que emergió de las aguas hace 13 millones de años, es un antiguo volcán que hoy se asienta sobre una laguna que luce un degradado de tonos azules casi sobrenaturales. Los montes Otemanu, Pahia y Hue dominan con sus verdes siluetas esta suntuosa paleta. En su vitrina de coral, Bora Bora y su collar de motus (islotes) nos regalan playas de arena de todos los tamaños. ¿La más famosa? La de Matira, seleccionada entre las mejores del mundo por el canal de televisión estadounidense CNN en 2013.

• En las aguas turquesas de Bora Bora, los peces de colores se pasean por los jardines de coral, de donde surgen mantas raya, majestuosas y elegantes. Con un simple movimiento de sus aletas, se acercan y juegan con los bañistas provistos de gafas y tubos de snorkel. Los más deportistas se iniciarán en el submarinismo, pero con el snorkeling hay más que suficiente en Bora Bora. Además, en el Lagoonarium, podremos disfrutar de encuentros garantizados y seguros con tortugas, mantas raya e incluso tiburones.

• El azul predomina en Bora Bora, pero el verde también cobra protagonismo a medida que nos adentramos en el interior de la isla. Lo ideal: recorrerla a pie, en bici o en scooter. Las distancias son cortas y sin pendientes, salvo que deseemos escalar las exuberantes faldas del Monte Otemanu (727 metros) que preside la isla desde su posición central. Cuando el valle se cubre de flores de hibisco, el paisaje resulta encantador. Y no debemos temer nada: ningún animal
ni insecto peligroso vendrá a arruinarnos el paseo. El hombre y la naturaleza viven aquí en paz y armonía.

• ¡Bora Bora es una isla y hay que recorrerla! Para explorar la laguna, disfrutar de un picnic en un motu o hacer escala en otro motu diferente, cada uno podrá elegir la embarcación que desee: moto de agua, paddle, canoa polinesia, velero, catamarán o submarino para turistas… ¡incluso podremos cambiar de medio de transporte según el día! Más allá de la barrera de coral, es posible la práctica de la pesca de altura y el submarinismo en sus grandes fondos marinos.

• Si de gastronomía hablamos, Bora Bora cuenta con una deliciosa tradición culinaria que nos deleita con mermeladas hechas en base a frutas exóticas, cocina marinera a base de mariscos y pescados. Encontraremos una mezcla de platos franceses e internacionales y las especialidades tahitianas, muchas veces servidos al ritmo de cantos y danzas tradicionales.

Es común encontrar platos que combinan la verdura típica polinesia, el uru, los ñame (o aje), un tubérculo que suele acompañarse con pescado o carne, así como otros tubérculos cocinados en los típicos hornos enterrados tahitianos.

No nos olvidamos de las bebidas, los deliciosos cócteles como el maitai (mezcla de rones, piña fresca y Cointreau) y el Banana Coralia (plátanos frescos, zumo de limón, almíbar de fresa y nuez de coco).

Hay alternativas para comer fuera de los hoteles. Los restaurantes más conocidos están en Bahía Pofai: Bloody Mary’s, Villa Mahana, Kaina Hut… En Vaitape y Matira encontraremos snacks y opciones más económicas.

• El idioma oficial es el tahitiano, y también se habla fluidamente el francés. En los centros turísticos también suelen hablar inglés. La moneda de Polinesia Francesa es el franco pacífico francés (XPF), aunque en muchos lugares aceptan euros y, por supuesto, las tarjetas de crédito. También se puede cambiar moneda  en los bancos o cajeros automáticos.

• La mejor temporada para viajar a Bora Bora es durante los meses de mayo a octubre, ya que el clima es fresco y menos húmedo que en los otros meses, aunque son probables las lluvias combinadas con el sol. El resto del año son habituales las tormentas huracanadas. Para el submarinismo, los mejores meses son de abril a junio.

Fuente: https://america. france.fr/es

Seguinos!

spot_img
spot_img

Últimas notas

Puede Interesarte

La Revolución del Gin: Explorando su Historia y los...

El gin, una bebida que ha cautivado paladares por generaciones, ha experimentado un resurgimiento glorioso en los últimos años. Su historia, envuelta en lazos...

ABC Mayo 2024

Artículos similares