Por Cutusú
Ir al teatro te cambia, te conecta con el otro y al mismo tiempo te conecta con vos mismo. Es el arte de lo efímero porque jamás volverá a ser igual la función aunque el libreto sea el mismo. Un cuadro es siempre el mismo en una sala del museo, en cambio una obra de teatro cambia porque depende de muchos factores humanos. Me gusta ir al teatro, me parece un ritual sagrado donde no hay espacio para los teléfonos o las conexiones cibernéticas, porque en la sala las conexiones son humanas. Ese momento, cuando apago el celular, bajan las luces y el espacio vacío (el escenario) da lugar a que todo suceda, es magia pura.
Buenos Aires es una ciudad con una oferta teatral increíble. Están las grandes producciones de la calle Corrientes, el teatro under en otros barrios de la ciudad, los teatros de la ciudad y el Teatro Nacional. Hay de todos los precios y colores, lo que nunca me canso de decir es que tanto los teatros de la ciudad como el teatro Cervantes tienen unos precios muy parecidos a una entrada de cine y ahora se pueden comprar las entradas por internet, así que no hay que hacer largas filas.
Les recomiendo algunas piezas de teatro que están en cartelera Aen este momento o se van a reponer a lo largo del año. “Yo escribo, vos dibujás”, escrita y dirigida por Federico León, la vi en el Teatro Nacional Cervantes.
La primera parte de la pieza a simple vista parece un caos de acciones, pero después de unos minutitos te das cuenta de que todo tiene un orden metódico. Lo interesante es que todo sucede al mismo tiempo, pero depende dónde uno ponga su atención aparece el protagonista. Hay una especie de volantes escritos que los mismos actores reparten y funcionan como pistas para los espectadores.
Los volantes le dan un orden y hasta un sentido al caos de acciones. De a poco vamos descubriendo que se trata de una especie de rituales y juegos. Tampoco importa mucho entender, yo creo que esta primera parte es un cúmulo de acciones y estímulos para el espectador, te dan ganas de intervenir en lo que están haciendo los actores.
En una segunda parte se cambia de espacio, es decir, los espectadores tenemos que ubicarnos en unas sillas que están al otro lado de la sala. Una vez que todos los actores y los espectadores estamos sentados empieza un divertido monólogo de una de las “actrices que de alguna manera le da sentido a todo lo que vimos antes.
«Romancero Gitano” con Nuria Espert, una actriz española de larga trayectoria, quien actúa o recita diferentes partes de obras de teatro y poesías de Federico García Lorca. En el medio de cada fragmento y para unirlos, Nuria explica lo que le pasaba a Federico cuando escribió ese texto o qué le pasaba a ella cuando recitaba determinada poesía en una gira. Es una belleza porque Lorca es increíble y Nuria hace que cada palabra del poeta se haga suya. La sala María Guerrero toda llena, la luz tenue, algo de música y esta gran actriz solo en escena. No se precisa más. Salí del teatro emocionada, como si hubiera visto todas las obras de Lorca juntas de una sola vez.
«Sagrado bosque de monstruos” es una pieza teatral dirigida por Alejandro Tantanian y protagonizada por Marilú Marini. La pieza tiene dos partes, en la primera Marilú habla con Mujica sobre el teatro y cuestiones de la vida, todo como si fuera una charla de café. En la segunda parte, Marilú es Santa Teresa de Ávila e interactúa con diferentes actores. Al final dice un monólogo escrito por la Santa que es de una belleza sin igual y Marilú lo vive de verdad. Santa Teresa además de santa fue una mujer de avanzada, ya que escribió en una época en la que las mujeres no lo hacían y de chica leía novelas que en su tiempo eran prohibidas. Esta obra de teatro también se da en el teatro Nacional Cervantes, yo la vi el año pasado, pero se repone este año en septiembre.
No sé si se dieron cuenta pero las tres obras se dan en el mismo teatro porque de un tiempo a esta parte todos los espectáculos son de una calidad artística inigualable. No solo se sacaron los andamios y se iluminó la fachada, lo que sucede adentro del teatro es maravilloso, y lo más lindo es que es nuestro Teatro Nacional.