Algunos consejos para descubrir si es el momento indicado para cambiar de rumbo.
Sentís algo dentro tuyo que te genera incomodidad, las horas se hacen cada vez más pesadas, y salir para la oficina es lo último que querés hacer. Ya nada te movita. Estas son algunas señales de que tenés que elegir otra forma de ganarte la vida. Ahora, lo que hay que analizar es si es el momento oportuno.
1- ¿Tenés algo de plata ahorrada para subsistir el período de transición?
Primero lo primero, es fundamental tener un colchón financiero para poder enfrentar las todo lo que hay que pagar mes a mes. Existe la posibilidad de que encuentres trabajo en pocas semanas, pero también es cierto que a veces las oportunidades tardan un poco más en aparecer.
2- ¿Los deseos de cambiar de trabajo son constantes o intermitentes?
Tal vez lo que sentís sea algo momentáneo o quizás tenga que ver con alguna situación laboral específica. Es importante que observes en qué momento de tu jornada diaria aparecen esos sentimientos negativos. De estas manera, podés hacer los ajustes necesarios en esos aspectos sin la necesidad de dejarlo todo. Acá van algunas preguntas guías: ¿Cómo es la relación con tus compañeros? ¿El sueldo es el que corresponde? ¿Te gusta el trabajo que hacés? ¿Existe la posibilidad de ascenso? ¿Estás conforme con la relación que tenés con tu jefe? ¿Es el tipo de trabajo que te gusta hacer o te imaginás haciendo otra cosa?
3- ¿Existen otros aspectos de tu vida dónde te sientas de la misma forma?
También es importante que tengas en cuenta si te sentís en otros ámbitos, existe la posibilidad de que lo que te pasa tenga que ver con algo más profundo a resolver. Podés estar pasando por algún tipo de crisis, y si creés que eso es lo que está pasando, el paso a seguir es realizar una consulta con profesional.
2- ¿Hay posibilidades potenciales o reales de conseguir una oferta laborar superadora?
No hay que olvidarse del contexto, a veces no es el mejor momento. Y lo mejor es esperar un tiempo.