Por Gabriela Prentis
La pasión que tiene por su profesión la ha transformado en una conocida escritora y en una referencia obligada para los papás que buscan incentivar la lectura de sus hijos con textos infantiles con contenido científico. Mariana Raposo es, sin duda, una de las mujeres que nos ayudará a conocer mejor, a grandes y chicos, sobre nuestro entorno y nos hará más conscientes de la gran necesidad de protegerlo.
Es Ingeniera en Recursos Naturales y Medio Ambiente (egresada de la Universidad Nacional de Salta) y desde hace ya casi tres años que le dedica un tiempo especial a un proyecto de educación ambiental destinado a los niños, denominado “Amar lo nuestro” que surgió como una inquietud personal como madre y profesional por fomentar el conocimiento y el amor por lo local a sus hijos y a los niños de la región. Mariana Elisa Raposo tiene 45 años, nació en Rosario de Santa Fe, pero su familia es de Salta, por lo que se crió en la provincia desde muy pequeña, por lo que se siente “salteña totalmente y una enamorada de esta tierra”. Hoy tiene una familia numerosa, conformada por 6 personas: su marido y 4 hijos (2 adolescentes y 2 niños). Ellos constituyen su gran “motor en la vida”.
“A lo largo de mi formación académica profesional, fui notando que los ciudadanos de la provincia de Salta y la región en general conocemos muy poco acerca del valioso patrimonio natural y cultural que tenemos, por lo tanto no lo valoramos ni cuidamos lo suficiente. Me propuse el desafío de elaborar material de divulgación que fuese atractivo, entretenido y educativo para los niños, adaptando la información generada en ámbitos académicos superiores y otras instituciones vinculadas al ambiente y la cultura, intentando fortalecer el conocimiento y valoración de lo propio”.
A lo largo de estos 2 años y medio de su inicio, este proyecto de Educación Ambiental se ha convertido, en un Emprendimiento Social de Triple Impacto: Impacto ambiental, social y económico. Respecto a la sensibilidad de los chicos y el ambiente que los rodea, Mariana distingue algunas situaciones:
•En su mayoría viven en ciudades, tienen escaso contacto con la naturaleza y están rodeados de tecnología. Esto los hace más sedentarios y a la vez esta “sobreestimulación” por el uso de pantallas propicia que les cueste más concentrarse y tener menos paciencia”.
Pero su reacción frente a la naturaleza es maravillosa, de asombro y de disfrute. Aunque algunos niños al principio se atemorizan con insectos, reptiles o anfibios, una vez que pueden conocerlos y/o tomar contacto con ellos, en general tienen mucha empatía con los animales (en especial con mamíferos).
•Nacieron en un mundo globalizado que atraviesa una grave Crisis Climática. Las evidencias del “Cambio Climático” del planeta ya son palpables y el tema se habla en muchos medios. Ellos escuchan y tienen mucha sensibilidad. Algunos se alarman e incluso se angustian, pero si tienen un adulto que les explique y les dé tranquilidad sienten la necesidad de ayudar o colaborar para evitar el deterioro ambiental y la pérdida de biodiversidad. Algunos países desarrollados han incorporado a sus currículas materias específicas como Educación Ambiental (Caso México) y Cambio Climático (caso de Italia). En el caso de la mayoría de los países latinoamericanos falta mucho trabajo en ello.
•Gracias a la gran cantidad de información de la que disponen actualmente, los niños crecerán sabiendo que los recursos naturales no son infinitos y que las acciones del hombre tienen consecuencias ambientales. De hecho, hay una gran cantidad de jóvenes en el mundo que se están movilizando por el Cambio Climático y exigiendo a los gobernantes que tomen acciones concretas para evitar el desastre ambiental que muchos científicos pronostican.
•Necesitan herramientas para que puedan tomar mejores decisiones que las generaciones que los precedimos y hacer frente a las nuevas realidades que les tocará vivir. Por ello, es prioritario que desde la educación formal se puedan brindar conocimientos sobre su entorno local y global, los cambios que se vienen y la importancia de estar preparados para ello.
La conciencia medioambiental, como otros tantos valores importantes, debe transmitirse a las nuevas generaciones desde pequeños, sólo así lograremos inculcarles de verdad la relevancia de cuidar, respetar y conservar su entorno natural. En este caso, la creadora de “Amar lo nuestro”, busca “ser puente entre la ciencia y la comunidad en general”, en especial con los niños y jóvenes, que en definitiva, serán los herederos del ambiente que les dejemos los adultos. “Quiero que conozcan su patrimonio y aprendan a amarlo, para que el día de mañana se conviertan en sus defensores. Es decir, busco que los niños de hoy en un futuro tengan una mejor relación con el ambiente que los rodea, que aprendan sobre los diversos componentes de la naturaleza y el rol esencial que tiene cada uno de ellos. Quisiera brindarles más y mejores herramientas para enfrentar los cambios climáticos que se vienen”.
La lectura nos ofrece una manera sencilla y amena de acercar estos temas a los niños y nos pueden ayudar a educar generaciones más amables con nuestro planeta. Respecto a esto, Mariana fue muy clara: “Creo que los niños al estar rodeados de tanto estímulo de las pantallas, tienen menos interés. Pero igualmente cuando se los acerca y estimula a la lectura disfrutan mucho de ello. Es importante hacer materiales literarios que despierten su interés con lindas ilustraciones, con temas que les atraigan y que se les dé la posibilidad de interactuar a ellos, por ejemplo, con juegos, consignas, desafíos, etc. Estos libros, especialmente elaborados con información interesante, diseñados con colores y personajes genuinos y atractivos, son fundamentales como materiales de apoyo para su empleo didáctico en el ámbito escolar. Otra estrategia muy interesante para fomentar el gusto por la lectura es generar momentos especiales de encuentro familiar, leer antes de dormir o cuando van a la casa de los abuelos. A los niños este tipo de propuesta les gusta mucho, los calma, les da seguridad y contribuye a fortalecer vínculos”.
Actualmente, de este proyecto que empezó Mariana en solitario ya forma parte un importante número de personas que integran un equipo interdisciplinario, ellos son: Alejandra López Ale, psicopedagoga y docente de nivel primario; Rosa Marcela Palma, Ingeniera en Recursos Naturales y Medio Ambiente, docente y mediadora; Marta Ester Raposo, profesora de manualidades, participa en el diseño de peluches y otros objetos de apego; y por supuesto, los científicos, especialistas en diversas temáticas, son sus aliados estratégicos, quienes transmiten sus conocimientos y experiencia de campo. Además, intervienen ilustradores y diseñadores gráficos de la región, quienes ayudan a crear y darle vida a los personajes.
Metiéndonos un poco en la historia de esta profesional descubrimos que de niña en la escuela primaria leía las historias de Horacio Quiroga, quien le permitió viajar al mundo natural de una manera muy divertida y que disfrutó mucho.
“Mi madre me compraba libros sobre historia natural, grandes enciclopedias, libros de cuentos, etc. que fueron parte de mi vida y me transportaban a otros lugares y me llenaban de fantasías. En el colegio secundario, tuve el privilegio de concurrir al Bachillerato Integral Raúl Scalabrini Ortiz (1o promoción), que fue un proyecto educativo piloto muy innovador para la época y que marcó mucho mi formación. Allí tuve la posibilidad de leer desde 1o año grandes autores salteños como Manuel J. Castilla, Juan Carlos Dávalos, César Perdiguero, entre otros. Esta actividad la realizábamos en un taller que teníamos todas las semanas y en el que nos enseñaban también a producir textos literarios”. Ese camino que inició en la juventud, casi sin querer, hoy tiene su reconocimiento, ya que a través de este emprendimiento recibió premios a nivel nacional e internacional: Todos los libros fueron declarados de interés educativo, ambiental, cultural y científico de la provincia de Salta. Y el último, además, de interés ambiental de la provincia de Jujuy.
En el año 2018 realicé el Curso EGME (Emprendimientos globales para mercados emergentes) dictado por el Instituto Inclusivo de Negocios Minka, de San Salvador de Jujuy. Resulté ganadora del concurso en el rubro Emprendimientos de Triple Impacto, que se realiza en la finalización de la capacitación y premiada con la participación en la Cumbre LIS (Liderazgo e Innovación social) “Cambiar el Rumbo” y el Taller Viva Idea 2018 (del que participaron 60 emprendedores sociales de Latinoamérica con alto impacto social, ambiental y económico de la región). Ambos eventos fueron desarrollados en la ciudad de San José de Costa Rica, durante el mes de noviembre del año 2018. Posteriormente, en julio de del 2019 he sido premiada a nivel nacional con una “Mención especial al impacto social” por el proyecto Amar lo nuestro en el Concurso a nivel nacional “Mujeres que crean” organizado por Yogur Ser y Voces Vitales de la Argentina. A fines del 2019, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible (Argentina), junto al gobierno de la provincia de Salta, al Consejo Federal de Inversiones y han reconocido al emprendimiento social “Amar lo nuestro” por adherir a los principios de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible contribuyendo a lograr las metas de Objetivos de Desarrollo Sostenible”.
Si bien este meritorio proyecto con historias donde la naturaleza y los animales son los protagonistas que transmiten de forma cercana la importancia de cuidar del medio ambiente, recién comienza, también tiene sueños a futuro. “SOÑAMOS CON QUE LOS NIÑOS Y JÓVENES DE LA PROVINCIA APRENDAN A AMAR NUESTRO PATRIMONIO, PARA QUE SE CONVIERTAN EL DÍA DE MAÑANA EN SUS DEFENSORES.”
“El Cambio Climático ya es una realidad y la Crisis Ambiental un tema prioritario a resolver por la humanidad entera”. En los últimos 40 años, según informes recientes de Naciones Unidas, “la actividad humana propició la pérdida de un 60 % de las poblaciones de vida silvestre en el planeta y un 80% en Latinoamérica”, lo que nos pone de forma acelerada frente a la “quinta extinción masiva de fauna silvestre”.
Las nuevas generaciones de niños y adolescentes reciben un mundo en el cual los recursos naturales escasean y existen grandes conflictos en relación a ello. En un futuro no lejano estaremos expuestos a fenómenos climáticos extremos que volverán la vida humana aún más vulnerable. “Es prioritario que los países latinoamericanos trabajemos en la educación y concientización acerca del Cambio Climático, como lo hacen los países desarrollados, teniendo en cuenta la alta vulnerabilidad de nuestra región”. (Mirta Mishaan, 2019)
“Somos la primera generación que siente el impacto del cambio climático y la última generación que puede hacer algo al respecto.” (Barack Obama, 2015).