
Por Laura Smolko de Vivero Nativas
Hoy quiero derribar el mito de que algunas personas nacen con “mano verde”, de que es difícil tener un jardín lindo, y alentarte para animarte y empezar a disfrutar el mundo verde como me pasó a mí.
Soy Laura Smolko. Me dedico al diseño de jardines y hace años decidí estudiar Biología en la UBA, una carrera con muchísimas orientaciones. La Biología se dedica al estudio de la vida en todas sus manifestaciones (bacterias, hongos, plantas, animales) desde el nivel celular, pasando por un individuo, una población, hasta el estudio de un ecosistema completo.
Cuando elegí esta profesión mi mayor deseo era estudiar el Reino Animal, en especial la biología acuática. La vida con sus mágicas vueltas no me llevó hacia el mar, sino hacia los cerros de Salta, una provincia popurrí de diferentes ecosistemas y ambientes, y una de las más biodiversas del país en flora y fauna. La mayor parte de mi conocimiento en plantas fue aprendido de manera autodidacta, experimentando, aprendiendo a base de prueba y error.
Te cuento una historia que quizás te suene familiar. Un día comenzás a arreglar tu jardín. Por fin tenés espacio y tiempo, así que vas al vivero y comprás una buena cantidad de plantas, elegís su lugar y esperás que pronto comiencen a crecer. Pero pasan algunas semanas o meses y las cosas no salen como esperabas. Algunas de las plantitas mueren a los pocos días, otras se ven enfermas y las semillas nunca terminaron de brotar. Así que te frustrás y abandonás tu jardín pensando que no servís para eso, que no tenés “mano verde”.

Esa historia de un entusiasmo que decae es muy común. El mayor motivo siempre es el mismo, hay que entender que la jardinería requiere tiempo. Pero no solo tiempo para cuidar las plantas, también tiempo para aprender, equivocarse, y comenzar de nuevo, sacar conocimiento de tus propios errores para que todo salga mejor la próxima vez.
Hoy te voy a compartir algunos TIPS que te van a ayudar mucho a la hora de pensar en armar tu jardín o de restaurarlo.
1. Pensar en proyectos alcanzables
El entusiasmo es el ingrediente más importante para que cualquier proyecto salga adelante. Pero como todo, en exceso, perjudica.
Pasar de no tener nada a tener un jardín grandísimo, sin experiencia previa ni ayuda, puede fallar y podés frustrarte.
2. Tener en cuenta el clima del lugar y el sol
Conocer el clima del lugar y la ubicación de las plantas es fundamental para que un jardín prospere. Hay plantas que resisten las heladas y otras que no. El exceso de calor también es soportado de manera diferente por las diversas especies. Hay plantas que crecen en sol pleno, sol parcial, sombra parcial o sombra completa. Es importante respetar esta necesidad particular de cada planta.
3. Preparar la tierra
Los resultados de plantar en un suelo preparado son evidentes. La tierra tiene que estar removida, nutrida con compost y húmeda.

4. Aprender a usar compost y fertilizantes
Los nutrientes en el suelo son fundamentales para el buen desarrollo de las plantas. En este sentido, es muy importante conocer las dosis adecuadas y la manera de aplicarlos. Bien usados son grandes aliados para el jardín. Jamás apliques en exceso.
5. Régimen de riego
La falta de riego y su exceso son errores comunes. Regar de más es muy común, así se ahogan las raíces. Cada planta tiene una necesidad de riego, pero además de conocerla, hay que ser constante: riego moderado día por medio significa exactamente eso, y no «poco riego a cada rato», ni «abundante riego cuando te das cuenta de que te olvidaste”.
6. Desmalezar
Las malezas compiten con las plantas por los recursos; eso no es un mito y debés tenerlo en cuenta.
7. Prevenir las plagas y enfermedades
Un error muy común es creer que a nuestras plantas nada malo les va a pasar y no preocuparse hasta que ocurre. Es mejor prevenir que curar.
8. Conocer las dimensiones finales de las plantas y el tamaño de tu jardín
Tenés que conocer las medidas de tu jardín, en función de esas medidas y el tamaño que alcancen las plantas de adultas vas a poder calcular el número de ejemplares que necesitás.

9. Evitar plantas muy juntas
Lo mismo que ocurre con las malezas ocurre entre plantas: si están muy juntas, compiten por el espacio, el agua y los nutrientes. Y al crecer apretadas no van a desarrollar su “forma deseada”.
10. Evitar demorar el momento de la plantación
Una vez que tengas las plantas en casa no dejes pasar mucho tiempo sin plantar. Las macetas en las que vienen suelen ser chicas y se secan enseguida con el consecuente deterioro de la planta. Lo ideal es que al llegar a casa las distribuyas sobre el suelo para decidir la forma en que las vas a combinar, las plantes y riegues.
11. Tener en cuenta la profundidad de plantado
Las plantas tienen un horizonte en el cual deben ser plantadas. Poco profundo o demasiado profundo es contraproducente. Es importante conservar ese horizonte.
12. No plantar solo plantas anuales
Las plantas anuales se usan para tener una recompensa rápida. Sin embargo, el próximo año vas a tener que comenzar de nuevo el jardín. Invertí tiempo y dinero en plantas perennes. Las plantas perennes se van a ver un poco “pobres” el primer año, pero con el paso de los años vas a tener resultados increíbles. Seleccioná plantas perennes que florezcan en distintos momentos, para que tengas color toda la temporada.
13. Plantar varios ejemplares de la misma especie
En jardines medianos a grandes es más aconsejable plantar varios ejemplares de una misma especie que hacer un salpicado de muchas plantas diferentes. Es ideal repetir las plantas para formar grandes masas. Plantar solo uno o dos ejemplares de cada especie da la apariencia de una mezcla sin sentido.
14. Pensar el esquema de color
Es muy importante elegir la paleta de colores según las sensaciones que quieras que genere tu jardín. Todas las plantas pueden ser lindas, pero no todas las combinaciones de colores son estéticas.
15. No intentes hacerlo todo solo
Siempre es conveniente escuchar el consejo de alguien que ya lo hizo antes. ¡Haciendo se aprende y ahí comienza la aventura!