Por Cecilia María Abeleira
Licenciada en Nutrición, MP 036
Certificación Abordaje No Dieta Centro Katz
www.matersalta.com
IG: @viandass_ssaludables
Mientras casi mil millones de personas en el mundo no tienen acceso a una nutrición suficiente, un tercio de la producción mundial de alimentos se desperdicia. Según estudios internacionales la mayor parte de este derroche (el 42%) se produce en los hogares. Esto puede evitarse si cambiamos algunos hábitos generando cada uno de nosotros el menor desperdicio de comida posible.
Hay muchas cosas que podemos hacer desde la compra, almacenaje y preparación de alimentos para reducir la cantidad de comida que termina en la basura. Aquí van algunos consejos:
1. Tener en cuEnta la fecha de vencimiento
Revisa las existencias de tu despensa antes de ir a comprar, fijándote en las fechas de caducidad y de consumo preferente y dándole salida primero a lo más perecedero, o a lo que entró antes, y comprando solo lo que de verdad necesites. De esta manera también se deben almacenar los alimentos, colocando adelante los que tienen una fecha de vencimiento más próxima.
2. EVITA LA IMPROVISACIÓN
Planifica los menús en lo posible de tu semana y hace las compras en base a esa planificación comprando únicamente lo que necesites. Si hay alimentos o productos en oferta, importante chequear fecha de vencimiento, cocinarlos y utilizar el freezer para almacenarlos.
3. USA EL FREEZER
Congela aquello que hayas guardado en la heladera, tanto los alimentos frescos como parte de los preparados, si ves que después de dos días no los vas a poder consumir. De esta manera evitarás que estén dando vueltas días en la heladera y terminen en la basura. En cuanto a los alimentos congelados, en general cada freezer tiene en su puerta indicaciones con respecto al tiempo que pueden permanecer congelados, lo que te puede orientar con respecto a su buen uso.
4. reutiliza las sobras
Se dice que un buen chef es aquel que es creativo en su cocina y logra platos nuevos partiendo de las sobras. Sin ser chef uno también lo puede hacer: canelones, croquetas, purés de verdura y legumbres; pasteles, ensaladas y salpicones con el arroz o la pasta cocida que te haya sobrado. Si se agota la imaginación en las redes encontramos un montón de recetas.
5. APROVECHAR LOS ALIMENTOS AL 100 %
Muchas veces descartamos parte de alimentos por una cuestión de hábitos o costumbres, aquí te doy algunas ideas súper nutritivas y sabrosas que literalmente no tienen desperdicio:
- Milanesas de pencas de acelga.
- Pencas de acelga o troncos de alcachofas rebozados en tempura.
- Caldo hecho con: cascara de zanahoria, cascara de cebolla, nervadura de apio, restos de pimiento una vez frio podes colocarlo en una cubetera al freezer y nunca más compras cubitos para cocinar.
- De la remolacha solemos comer solo el tubérculo morado, con las hojas y el tallo se pude hacer una riquísima tortilla, lo mismo pasa con el tallo del brócoli que si bien es más duro puede perfectamente formar parte del relleno de creps o tartas, de croquetas o en la sopa.
- El buñuelo es una preparación que admite perfectamente sobra de preparaciones del día. Se pueden hacer con zanahorias ralladas, con troncos de acelga o brócolis cocidos, con fideos que hayan sobrado y algún vegetal como lechuga y hojas de remolacha.
- El reciclado de la comida también alcanza a los dulces. Las cáscaras de los cítricos sirven para saborizar budines, agua y preparaciones varias, tanto dulces como saladas, preparar mermeladas y también se emplean en la fabricación de licores.
- La ralladura de limones y naranjas, se puede conservar en el freezer mezclándola con un poco de azúcar. De esta manera, se podrá disponer todo el año de saborizante natural.
- Con las hojas del brócoli se puede hacer un sabroso y saludable pan y de esta manera incorporar vegetales encubiertos en el menú de los más pequeños de la casa.