Tener una buena autoestima es fundamental para tener buenas relaciones, estar a gusto con quien sos, sentirte libre y con confianza para hacer y decir lo que sentis y arriesgarte a vivir tus sueños.
Cuando te sentis insuficiente, defectuosa, incapaz, inferior, mala, culpable, no valiosa tal y como sos, en algún área de la vida, que no tiene por qué ser en todas, tenés una baja autoestima que te va a hacer sentir mal, insegura, preocuparte, obsesionarte, esforzarte en exceso, dar demasiado, no intentar las cosas, no probar, ni siquiera ver las posibilidades porque todo esta teñido con esas lentes que no te dejan ver otras opciones que las que tu mente cree en ese momento.
1. Deja de tener pensamientos negativos sobre vos mismo.
Si estás acostumbrado a centrar la atención en tus defectos, empezá a pensar en aspectos positivos que los contrarrestan. Cada día anota tres cosas sobre vos que te hagan feliz.
2. Ponéte como objetivo el logro en vez de la perfección.
Algunas personas se acaban paralizando debido a sus ansias de perfección. En lugar de frenarte, pensá en qué sos bueno y en las cosas con las que disfrutas.
3. Considerá los errores como oportunidades de aprendizaje.
Las aptitudes de una persona están en constante desarrollo, y que cada uno sobresale en cosas diferentes; es lo que hace interesante a la gente.
4. Identifica lo que podes cambiar y lo que no.
Si te das cuenta de que hay algo tuyo que no te hace feliz y podes cambiarlo, empezá ahora mismo. Si se trata de algo que no podes cambiar (como tu estatura), empezá a trabajar para quererte tal y como sos.