Por Florencia Faiatt
@myyogaflower
Con algo tan simple como una respiración adecuada podemos optimizar nuestra salud, afrontar las situaciones cotidianas con mayor soltura y evitar estresarnos frente a las exigentes rutinas cotidianas.
El Yoga nos invita a abrir los ojos y darnos cuenta de que la mayoría de las personas respiramos de una manera incorrecta y poco saludable.
El centro respiratorio, situado en la parte inferior del cerebro, controla de forma involuntaria la respiración que es automática sin embargo tenemos la posibilidad de incidir directamente sobre ella.
A través de las investigaciones científicas, se están derribando varios mitos que se sostuvieron durante años. Uno de ellos es “cuanto más respiramos, más beneficios obtenemos”. Por ello, es habitual ir a una clase de Yoga y que la indicación sea “llenamos los pulmones de aire”. Por el contrario, hoy tendemos a la hiperventilación crónica, respiramos DE MÁS frente a necesidades mínimas. Al igual que comer demasiado puede ser perjudicial para nuestra salud, también lo es la inhalación excesiva que lleva a un desequilibrio entre el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono. Esto puede traer aparejado múltiples déficits en la salud, ansiedad, problemas cardíacos, asma e insomnio entre varios otros.
Otra frase que suele circular es que la “respiración profunda ayuda a disminuir el estrés”. Sin embargo, lo que no se dice es que cuando se respira incorrectamente el cuadro suele empeorar al igual que sucede con la ansiedad. Por eso, es fundamental que nos guíe una persona con amplios conocimientos en el tema ya que con el uso de determinadas técnicas se puede agravar la condición.
El gran error es confundirnos el “respirar mucho” con una respiración profunda y controlada. Podemos darnos cuenta si lo estamos haciendo adecuadamente teniendo en consideración las siguientes preguntas que fueron formuladas en el libro The Oxygen Advantages de Patrick McKeow:
– Algunas veces ¿respiras por boca durante las actividades cotidianas?
– ¿Suspiras regularmente?
– Al observar tu respiración ¿se mueve tu pecho más que el abdomen?
– ¿Se elevan tus hombros al inhalar?
– ¿Tienes una respiración ruidosa?
– ¿Respiras por la boca por la noche? ¿Te levantas con la garganta seca?
A respirar se aprende y se entrena. Estas son algunas guías para respirar de una manera eficaz y poder practicar nuestra respiración consciente a diario:
– Respiramos solo por las fosas nasales, con la boca cerrada.
– Sostenemos un ritmo lento, suave y sin esfuerzo.
– Principalmente involucramos el área inferior, conocida como la respiración diafragmática / abdominal. El pecho simplemente acompaña el movimiento pero debe ser prácticamente imperceptible.
– No emitimos sonidos fuertes.
Los beneficios de una respiración consciente y adecuada son:
· Nos ayuda a dormir mejor.
· Reducimos condiciones asmáticas y otras enfermedades respiratorias.
· Mejoramos el funcionamiento cardiovascular.
· Disminuimos la ansiedad y la depresión.
· Aumentamos la productividad.
· Reducimos los niveles de estrés.
· Regulamos las emociones.
· Disminuimos el dolor crónico.
· Despejamos y calmamos la mente.
· Obtenemos un mejor manejo de situaciones críticas.
· Optimizamos la energía.
· Aumentamos la concentración y el rendimiento en actividades deportivas.
· Desintoxicamos el cuerpo.
Recordemos que la respiración óptima es por nariz y que tiene múltiples beneficios:
– Nos previene del ingreso de partículas externas dañinas.
– Calienta y humidifica el aire que ingresa.
– La exhalación nasal crea más presión que por boca logrando optimizar la ingesta de oxígeno.
– Involucra el diafragma de manera más eficiente.
– La inhalación nasal aumenta la ingesta de óxido nítrico, lo que ayuda a garantizar un fluido transporte de más oxígeno en todo el cuerpo.
Por supuesto, consultemos a médicos y especialistas para tener un conocimiento profundo sobre el funcionamiento de nuestro organismo.
¡Sentirnos mejor es tan simple como respirar adecuadamente!