PARA APRENDERTE MEJOR

La educación como desafío para grandes y chicos.

Por María Inés Calderón

¿Cómo aprenden los niños, qué papel juega el adulto y los otros niños, qué pasos deberíamos seguir para que el aprendizaje fluya y, sobre todo, a qué le llamamos enseñanza?

Un recorrido por frases que toman fuerza en nuestros días y nos enmarcan en un nuevo contexto educativo.

“El aprendizaje ocurre cuando alguien quiere aprender, no cuando alguien quiere enseñar”, dijo Roger Shank, y es que si queremos que nuestros niños piensen, que tengan criterio propio, que descubran sus talentos, que tengan confianza en sí mismos debemos proporcionarles entornos de reflexión/práctica y otra vez reflexión/práctica lo que lleva un tiempo tan personal como productivo. Cada niño aprendiendo a su ritmo y a su manera nos lleva como adultos a aprender lo que es “el respeto a los procesos de aprendizaje”.

“La primera tarea de la educación es agitar la vida, pero dejándola libre para que se desarrolle”, nos aportó María Montessori. Mentes críticas y reflexivas, capaces de actuar con independencia y creatividad son el fruto de la siembra de la autonomía. Desde esta mirada el papel del adulto es crear las condiciones favorables y tener un abanico de recursos que favorezcan, motiven y no pongan barreras en el avance del aprendizaje. Es entonces cuando el niño aprenderá a aprender y el adulto lo que es el “aprendizaje no directivo”.

“Enseñar no es transferir conocimientos, sino crear las posibilidades para su propia producción o construcción”, nos agregó Paulo Freire. La experiencia es, sin dudas, la reina de las maestras. En la experiencia los niños se implican en una tarea, se preguntan, desarrollan habilidades, se descubren y desarrollan capacidades que fundamentan y sostienen los conocimientos dotados de sentido y significado. El “aprendizaje por descubrimiento” coloca al niño en el centro de la acción y al adulto en un plano de guía, poco común para quienes tienden a “dirigir” y a “enseñar” lo que “hay que aprender”.

“Equivocarse no es una manera de aprender, es la única manera” nos comparte María Canals, y es que esta mirada de equivocarse como parte del proceso de aprendizaje, permite conservar la ilusión en el aprendizaje, alimentar el esfuerzo que genera adquirir una nueva habilidad o concepto. Y es así que chicos y grandes aprendemos lo que es la “autocorrección y la autoconciencia”.

“El juego es realmente el trabajo de los niños”, dijo Fred Rogers y es que con el juego y a través de él los niños aprenden, se convierte en el laboratorios de sus sentidos y experiencias, donde los materiales manipulativos despiertan el interés e impactan los sentidos, donde el encuentro con el otro es tan fundamental como productivo, donde las reglas son tan indispensables como su cumplimiento y donde, si nos lo permitimos, podemos acercarnos grandes y chicos para completar
el cuadro que nos permita una verdadera innovación en educación logrando juntos “aprender a aprender”.

 

Seguinos!

spot_img
spot_img

Últimas notas

Puede Interesarte

FAT BURN DETOX

Con las fiestas de fin de año tan cerca, es necesario hacer desintoxicar el cuerpo de manera rápida aunque sin olvidarnos que sea de...

Artículos similares