Un libro realmente adictivo. Una obra que, si duda, dejaba huella en el lector.
Desde que supe de su existencia, de las buenas críticas que recogía, fue para mí como una asignatura pendiente pero, la verdad, nunca veía el momento propicio para acercarme a él. A medida que pasa el tiempo, soy de la opinión de que hay épocas y épocas para leer un libro. Estaba un poco empalagada -para bien- con los libros de Daniel Glattauer. ¡Ya estaba bien de tanto amor y romanticismo! ¿Qué mejor que un buen thriller psicológico para paliar sus efectos?
El Psicoanalista es un buen libro que, sin duda, recomiendo. Se divide en tres partes claramente diferenciadas. El comienzo es brutal. Un profesional de la psiquiatría, con una vida totalmente anodina, estructurada y convencional, recibe una carta anónima donde se le insta al suicidio; personajes de lo más desquiciantes y situaciones agobiantes comienzan a desfilar a lo largo de 15 días de infarto.
Para mi gusto, aunque el comienzo es bueno, original y cautivador, el primer tercio de libro se me antojó un tanto lento. También me pareció algo confuso, en el sentido en el que no sabes demasiado bien cuál es el enfoque que Katzenbach quiere darle a la historia, no obstante, supongo que es un efecto totalmente pretendido.
Es, sin duda, a partir de segunda parte cuando comienza a ponerse bastante interesante. Posiblemente, ésto es debido a que el personaje principal, hasta entonces totalmente pasivo, comienza a actuar y a tener el dominio de la situación. Los acontecimientos se desencadenan, y es, a partir de entonces, cuando no se puede dejar de leer. ¡El que avisa no es traidor!
Por otro lado, aunque el argumento podría dar para una película interesante de Hollywood, creo que la obra se aleja del típico best seller en la medida en que, según mi punto de vista, está bien escrita. Es un ejercicio literario bastante serio y muy bien estructurado. Es posible que la primera parte, como os he dicho, sea un poco caótica y lenta, no obstante, el resto del libro es espectacular, sin redundancias innecesarias, directo al grano. En algunos momentos, recuerda a algunas obras de Saramago, en otras es terriblemente analítico, crudo y objetivo.
En definitiva, lo recomiendo muchísimo.