Por Gabi Parentis
Ella es Lourdes Vaccari. Tiene 27 años y vive actualmente en la ciudad de Santiago del Estero. Es una emprendedora de moda que no le tuvo miedo a los desafíos que se le presentaron y logró su tan anhelado sueño, crear su propia marca de ropa: PRISHA.
Luli, como le dicen sus amigos, viene de una familia que está compuesta por profesionales, su papá contador, su madre abogada y los dos hermanos más chicos ya tienen el título de contador y arquitecto.
Lourdes es un ejemplo de cómo con trabajo, dedicación y mucha persistencia se puede lograr lo que uno quiere.
A los 22 años se recibió de Licenciada en Administración de Empresas en la Universidad Católica de Córdoba, además en su último año facultativo hizo un intercambio académico en la universidad de Murcia en España. Luego, una vez recibida, estudió para martillero público y corredor inmobiliario en la Universidad Siglo XXI. Hoy, luego de tanto estudiar vive de lo que le apasiona y esto se nota en cada una de las cosas que hace.
En esta entrevista con revista abc nos comparte los desafíos que tuvo que atravesar el negocio y sus próximos pasos. ¡Esperemos que te inspires con su historia!
Si pudieras describirte en pocas palabras ¿cuáles serían?
Me considero una persona proactiva, sociable, generalmente ansiosa y muy persistente.
¿Cuándo empezaste con Prisha y cómo fueron tus primeros pasos?
Comencé con PRISHA 3 meses después de recibirme de licenciada, hace ya 4 años. Quería quedarme en Córdoba un tiempo más y deseaba tener mi propio emprendimiento. Toda la vida había soñado con tener mi propia marca, entonces decidí intentarlo y comenzar desde muy abajo.
Hice mi primer pequeño proyecto de inversión y le pedí $6000 prestados a mi papá para arrancar. En ese momento la idea era producir poquitas prendas para vender en ferias o showrooms. Y comencé buscando modistas, alguien que me ayude a diseñar, proveedores de telas, etc. Un año y medio fue solo vender y reinvertir casi todo para producir más cantidad de prendas, ya que mi inversión inicial había sido mínima.
Luego, en el segundo año de PRISHA me replanteaba constantemente qué era lo que quería hacer o lograr, entonces es cuando decido volver a vivir a Santiago. En Santiago, con ayuda de mi familia, abro mi primer showroom, un exclusivo de PRISHA en un departamento en calle Roca.
La marca se hacía cada vez más conocida en mi ciudad gracias al “boca en boca” y a las redes sociales (que siempre fueron mi principal vidriera), pero seguía sin llegar a un público de mujeres más adultas, que no se animaban a entrar a un showroom o no tenían redes. Entonces, luego de un año decido cerrar y abrir el primer local exclusivo en calle Avellaneda y Roca. Y unos meses más tarde el primer showroom en Nueva Córdoba. Paralelamente a esto, casi desde un comienzo me enfoqué bastante en las ventas mayoristas y hoy comercializan PRISHA locales multimarcas de varias ciudades del país.
¿De qué trata tu emprendimiento? ¿Cuántas personas forman parte de él?
PRISHA es una marca de indumentaria femenina, diseñada y confeccionada en la ciudad de Córdoba. Nos enfocamos en diseñar pendas versátiles para distintas edades y siluetas. Tratamos de que PRISHA sea una marca que pueda vestir a cualquier tipo de mujer y que todas puedan encontrar en nuestra colección algo que les guste.
Conmigo trabajan varias personas, profesionales o no, de manera independiente. Todo el año trabajo constantemente con una diseñadora de indumentaria, una diseñadora gráfica y fotógrafa, y con los talleres de modistas terciarizados en Córdoba. Luego, al momento de armado de campaña y catálogo al inicio de cada temporada, se agregaron al equipo otras personas como modelos, film makers, maquilladores, peluqueros, que de ellos también depende gran parte de la imagen de la marca.
¿Tres palabras que definen el motor para llevar adelante tu proyecto?
Amar lo que hacés. Ese es el motivo por el cual empecé y continúo con PRISHA.
¿Qué es lo más lindo de ser dueña de tu propio negocio?
Que cada logro te llena de una enorme satisfacción y orgullo, y que la mayor parte del tiempo te gusta tanto lo que hacés que no lo considerás como un trabajo.
¿Qué consejo le darías a una emprendedora que está iniciando un proyecto?
Que hay dos pasos muy importantes. Uno es ANIMARSE a emprender. Y otro, que creo que es un poco más, es tener PERSEVERANCIA y realmente esforzarte por ir cumpliendo tus metas poco a poco.
¿De dónde nace esa inquietud emprendedora? ¿Cómo era Luli de pequeña? ¿Cuáles eran tus sueños, aspiraciones y juegos?
Creo que mi inquietud emprendedora viene de mis papás y de la universidad. En mi casa se habla constantemente de nuevos proyectos, principalmente mi papá que todos los días está pensando y comentándonos sobre algo nuevo. Y luego, en la carrera de administración de empresas te preparan para ser emprendedor. Mi sueño siempre fue tener una marca de ropa, desde muy chica decía que quería hacer eso, y me diseñaba algunos vestidos o prendas que se me ocurrían y una modista me las fabricaba.
¿Qué artista o artistas te inspiran y motivan y por qué?
Más que un diseñador en particular, me gusta ver lo que hacen diferentes artistas, mayormente europeos. Me inspira ver cómo juegan con las texturas, los colores y las estampas. Y cómo logran algo tan exótico a veces. Emociona ver arte en un vestido o traje.
¿La clave de tu éxito?
Amar tu emprendimiento, ser paciente y muchísimo esfuerzo y trabajo.
¿Quiénes son tus íconos de estilo actualmente?
No tengo uno solo, tengo muchísimas “it girl” de Argentina y Europa que sigo y me gustan sus estilos. Pero son todas tan diferentes que es imposible elegir uno o dos.
¿Seguís tendencias?
¡Sí, mucho! La clave para una marca de ropa comercial como PRISHA es seguir tendencias y jugar un poco con el diseño para que no sea igual a las demás.
De las cuatro estaciones, ¿cuál es la que más te inspira?
Me gusta diseñar las dos temporadas. Cuando estás en invierno, diseñás verano, entonces ya querés que llegue esa temporada rápido y colgar toda la nueva colección en los locales y viceversa. Al mismo tiempo, yo soy de usar ropa holgada y de cubrirme bastante, entonces tal vez me inclino un poquito más por el invierno.
¿Un sueño?
Si hablamos de un sueño para PRISHA, me encantaría llegar a tener locales en diferentes provincias y poder llevar la marca a otros países.